El presidente electo envía señales de reconciliación a las televisoras. (Foto: Especial)

12 de noviembre 2018 | 5:00 am

Para Andrés Manuel López Obrador (AMLO), futuro presidente de México, las televisoras podrían dejar de ser parte de lo que él llama ‘la mafia del poder’, pues algunos eventos recientes dan señal de una posible reconciliación.

Tras perder las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, AMLO acusó a Televisa de ser parte de una maquinaria que hizo un complot en su contra y le arrebató el triunfo en dos ocasiones.

Ahora, la relación parece cambiar pues AMLO pasó de las descalificaciones a los elogios hacia la televisora.

“Esta empresa (Televisa) es un orgullo para el país”, dijo Andrés Manuel en entrevista con Denise Maerker durante el Upfront 2018-19, un evento en el que la televisora presentó sus apuestas de contenido a publicistas, empresarios y líderes de opinión.

Meses antes, algunos analistas leyeron el cierre de campaña de AMLO en el Estadio Azteca, propiedad de Televisa, como una señal de cambio en su relación con la empresa.

En el caso de TV Azteca, AMLO lanzó algunos cumplidos a Ricardo Salinas Pliego durante un foro organizado en mayo de este año por la televisora. “Tiene dinero, pero tiene dimensión social”, dijo aquella ocasión.

Jorge Negrete, director de la consultora Mediatelecom, dijo que esta relación tendrá que existir por la naturaleza misma de los medios.

“Las televisoras ganan con la compra de publicidad oficial que paga el Estado, a pesar de que el presidente electo ya ha dicho en repetidas ocasiones que recortará el 50% del gasto en este rubro”, dijo Negrete.

Amigos, pero con reservas

A pesar de que el tono de AMLO hacia los empresarios de medios se ha suavizado, las televisoras no lucen tan confiadas.

Este mes, tanto Televisa como TV Azteca y Multimedios dieron velocidad a la renovación de sus concesiones antes de que el nuevo gobierno entre en funciones.

Esto podría ser un blindaje de las televisoras de cara a la siguiente administración, coinciden expertos.

“El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) tenía un año para resolver el asunto de las concesiones, pero parece sospechosamente apresurado que lo haya autorizado de una forma tan rápida”, dijo Oscar Baldenebro, experto en televisión y exdirector de Canal Once.

Sin embargo, cabe la posibilidad de que el mismo López Obrador estuviera enterado de las renovaciones y hubiera pactado hacerlas antes de su administración para no cargar con el peso político de la decisión, dijo Irene Levy, presidenta del observatorio de telecomunicaciones Observatel, en una entrevista con Aristegui Noticias.

El IFT argumenta que los tiempos estaban previstos en la ley.

“En el caso de Televisa, la vigencia del título de concesión partía del 8 de septiembre de 2004 al 31 de diciembre del 2021. De acuerdo con esto, la última quinta parte de la vigencia de la concesión iniciaba el 18 de julio de 2018, pero la televisora presentó su solicitud en mayo de este año y cumplió en tiempo y forma con la ley”, dijo a EL CEO Adolfo Cuevas, comisionado del IFT.

Negrete dijo que es inevitable pensar que por el tiempo en que se dieron las renovaciones no existe algo detrás. “Parece como las renovaciones que se hacían siempre a finales de los sexenios en la época del PRI”, comentó.

Los detalles de la renovación

En el caso de Televisa, el IFT le concedió su prórroga por 20 años más a sus canales de televisión a nivel nacional “Las Estrellas” y el “Canal 5”, por un monto de 1,712 y 1,628 millones de pesos respectivamente, 15% menos de lo cobrado a los Vázquez Raña-Aldir, quienes en el 2015 obtuvieron una concesión de televisión abierta.

En el caso de TV Azteca, el monto fue de 1,729 millones de pesos para Azteca Uno y 1,713 millones para Azteca 7.

“Al comparar el valor pagado por la tercera cadena (de Imagen Televisón), actualizado por la inflación, el valor es superior a lo que el Instituto fijó a Televisa y TV Azteca, con una diferencia del 15%”, explicó Cuevas.

El comisionado añadió que este monto fue menor porque se tomó en cuenta el precio de la última licitación de 148 canales (Licitación No. IFT-6), de los cuales el 80% quedaron desiertos. La poca demanda obligó al IFT a bajar los precios de estos, dando como resultado un precio por debajo a lo ofertado en la Licitación No. IFT-1, la de Imagen Televisión.

“En mi opinión la cifra que se tuvo que haber tomado en cuenta para las prórrogas es la de la tercera cadena nacional y no la última”, dijo Cuevas.

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