“El tráfico me está volviendo loco. Voy a construir una máquina barrenadora de túneles y empezar a cavar…”.
Esas fueron las palabras con las que hace dos años Elon Musk expresó su idea en Twitter, mientras perdía los nervios al volante de su auto en un atasco entre su barrio chic de Bel Air y las oficinas de SpaceX en Hawthorne, al sur de Los Ángeles, un trayecto que habitualmente le toma más de 90 minutos y que califica de “destructor para el alma”.
Traffic is driving me nuts. Am going to build a tunnel boring machine and just start digging…
El imprevisible millonario, quien fabrica autos eléctricos en Tesla y cohetes espaciales con SpaceX, develó anoche cerca de Los Ángeles el primer tramo del Hyperloop: un túnel que busca revolucionar los transportes urbanos al permitir evitar los atascos pasando por debajo.
“La única forma de resolver el problema es pasar al 3D para que el sistema de transporte se integre en las zonas de viviendas”, resumió en una rueda de prensa antes del evento, organizado en el estacionamiento de The Boring Company, como bautizó Musk a este emprendimiento. El tramo de prueba mostrado no tiene nada de nuevo a primera vista: se trata de un tubo estrecho de solo 3.65 metros de diámetro y pintado de blanco, por el que circulan modelos del Tesla Model X equipados con ruedas laterales para evitar golpear las paredes.
La experiencia propuesta a los periodistas invitados para la ocasión se llevó a cabo en unos 1.8 kilómetros, a una velocidad máxima de 65 kilómetros por hora. La velocidad meta de Musk es de más de 240 kilómetros por hora, pero aún falta un largo camino para alcanzarla.
“Las minas más profundas son más profundas que los edificios más altos”, señaló para justificar el proyecto, que ha empezado financiando de su bolsillo con unos 40 millones de dólares y ayuda de SpaceX, algo cuestionado por sus inversionistas. Para Musk “la verdadera innovación” radica en dos extensiones plegables que se pueden fijar en las llantas de cualquier auto, “solamente por 200 a 300 dólares”. “El avance profundo es muy simple: es la capacidad de transformar un auto normal en un vehículo estable, capaz de viajar a gran velocidad por un pequeño túnel, al añadirle unas ruedas estabilizadoras desplegables”, señaló.
Una red bajo tierra
El tramo de prueba forma parte de la idea de Musk de crear una red bajo tierra a la que los autos, preferiblemente Teslas, puedan acceder con ascensores y ser puestos en unos rieles y propulsados a velocidades superiores a 240 kilómetros por hora. La red proyectada tendría una malla de túneles y ascensores capaces de contener más de 4,000 autos circulando a la hora.
Musk dejó además de lado las preocupaciones por eventuales terremotos en la temblorosa California, al recordar repetidamente que los túneles eran el lugar más seguro donde estar cuando se desplazan las placas y se sacude la tierra. La visión más amplia es que los vehículos eléctricos que circulan por las calles de las ciudades puedan ingresar fácilmente en los túneles o salir de estos utilizando ascensores con plataformas o rampas, donde el espacio lo permita.
The Boring Company se ha asociado con la entidad que gestiona el transporte público de Los Ángeles para estudiar la posibilidad de conectar túneles con estaciones de metro, mientras Chicago ya ha elegido a la compañía para llevar a cabo su proyecto de un tren futurista de alta velocidad que conectará el centro de la ciudad con el aeropuerto.
Para que la idea pueda llevarse a cabo, Musk tiene que conseguir reducir los plazos y los costos colosales de construir un túnel clásico: se tarda “una media de tres a seis meses en taladrar una milla (1.6 kilómetros)”, por un costo que puede ser superior a los 1,000 millones de dólares. “Catorce veces más lento que un caracol”, estimó. Aunque reconoció que estaba en la etapa inicial, el millonario aseguró que podrá hacer frente a estos costos “relativamente pronto” poniendo en marcha ‘Prufrock’, un prototipo de tuneladora 15 veces más rápida que las mejores máquinas de hoy. “Todo es relativamente simple”, dijo. “No hace falta tener un premio Nobel para esto”.
Hyperloop, la ocurrencia de Elon Musk en el tráfico, estrena su primer tramo de prueba
Pool CEO
Comparte
19 de diciembre 2018 | 11:20 am
“El tráfico me está volviendo loco. Voy a construir una máquina barrenadora de túneles y empezar a cavar…”.
Esas fueron las palabras con las que hace dos años Elon Musk expresó su idea en Twitter, mientras perdía los nervios al volante de su auto en un atasco entre su barrio chic de Bel Air y las oficinas de SpaceX en Hawthorne, al sur de Los Ángeles, un trayecto que habitualmente le toma más de 90 minutos y que califica de “destructor para el alma”.
El imprevisible millonario, quien fabrica autos eléctricos en Tesla y cohetes espaciales con SpaceX, develó anoche cerca de Los Ángeles el primer tramo del Hyperloop: un túnel que busca revolucionar los transportes urbanos al permitir evitar los atascos pasando por debajo.
“La única forma de resolver el problema es pasar al 3D para que el sistema de transporte se integre en las zonas de viviendas”, resumió en una rueda de prensa antes del evento, organizado en el estacionamiento de The Boring Company, como bautizó Musk a este emprendimiento.
El tramo de prueba mostrado no tiene nada de nuevo a primera vista: se trata de un tubo estrecho de solo 3.65 metros de diámetro y pintado de blanco, por el que circulan modelos del Tesla Model X equipados con ruedas laterales para evitar golpear las paredes.
La experiencia propuesta a los periodistas invitados para la ocasión se llevó a cabo en unos 1.8 kilómetros, a una velocidad máxima de 65 kilómetros por hora. La velocidad meta de Musk es de más de 240 kilómetros por hora, pero aún falta un largo camino para alcanzarla.
“Las minas más profundas son más profundas que los edificios más altos”, señaló para justificar el proyecto, que ha empezado financiando de su bolsillo con unos 40 millones de dólares y ayuda de SpaceX, algo cuestionado por sus inversionistas.
Para Musk “la verdadera innovación” radica en dos extensiones plegables que se pueden fijar en las llantas de cualquier auto, “solamente por 200 a 300 dólares”.
“El avance profundo es muy simple: es la capacidad de transformar un auto normal en un vehículo estable, capaz de viajar a gran velocidad por un pequeño túnel, al añadirle unas ruedas estabilizadoras desplegables”, señaló.
Una red bajo tierra
El tramo de prueba forma parte de la idea de Musk de crear una red bajo tierra a la que los autos, preferiblemente Teslas, puedan acceder con ascensores y ser puestos en unos rieles y propulsados a velocidades superiores a 240 kilómetros por hora.
La red proyectada tendría una malla de túneles y ascensores capaces de contener más de 4,000 autos circulando a la hora.
Musk dejó además de lado las preocupaciones por eventuales terremotos en la temblorosa California, al recordar repetidamente que los túneles eran el lugar más seguro donde estar cuando se desplazan las placas y se sacude la tierra.
La visión más amplia es que los vehículos eléctricos que circulan por las calles de las ciudades puedan ingresar fácilmente en los túneles o salir de estos utilizando ascensores con plataformas o rampas, donde el espacio lo permita.
The Boring Company se ha asociado con la entidad que gestiona el transporte público de Los Ángeles para estudiar la posibilidad de conectar túneles con estaciones de metro, mientras Chicago ya ha elegido a la compañía para llevar a cabo su proyecto de un tren futurista de alta velocidad que conectará el centro de la ciudad con el aeropuerto.
Para que la idea pueda llevarse a cabo, Musk tiene que conseguir reducir los plazos y los costos colosales de construir un túnel clásico: se tarda “una media de tres a seis meses en taladrar una milla (1.6 kilómetros)”, por un costo que puede ser superior a los 1,000 millones de dólares.
“Catorce veces más lento que un caracol”, estimó.
Aunque reconoció que estaba en la etapa inicial, el millonario aseguró que podrá hacer frente a estos costos “relativamente pronto” poniendo en marcha ‘Prufrock’, un prototipo de tuneladora 15 veces más rápida que las mejores máquinas de hoy.
“Todo es relativamente simple”, dijo. “No hace falta tener un premio Nobel para esto”.
Con información de AFP
Comparte
Pool CEO
Comparte
Twitch: ¿quién es el dueño de la plataforma de transmisiones más popular?
Neuralink, de Elon Musk, obtuvo la aprobación de la FDA para iniciar el estudio de implantes cerebrales en humanos
JPMorgan utilizará IA similar a la de ChatGPT para recomendar inversiones a sus clientes