Scuderia Ferrari Marlboro

17 de febrero 2019 | 5:00 am

Philip Morris con Ferrari, British American Tobacco con McLaren: después de más de diez años de ausencia en la Fórmula 1, las marcas de tabaco, que tuvieron un papel destacado de la categoría reina del automovilismo entre los años 1970 y 2006, van retomando su relación con los monoplazas.

Fue el grupo Philip Morris International (PMI), patrocinador histórico de Ferrari a través de su marca Marlboro, el que hábilmente inició este movimiento en octubre.

Desde el Gran Premio de Japón, los Fórmula 1 de la Scuderia, los monos de los pilotos y de los miembros del equipo lucen el logotipo de ‘Mission Winnow’, que es “un programa de contenidos relacionados con la ciencia, la innovación y la tecnología como vehículos de mejora y transformación para PMI y sus colaboradores”, precisa Philip Morris. Lo mismo ocurrirá esta temporada con Ducati en la MotoGP.



British American Tobacco (BAT) anunció esta semana una colaboración con McLaren, que hará que los coches y los pilotos de la escudería británica luzcan el logotipo de ‘A Better Tomorrow’, presentado como “una plataforma global para acelerar el programa de transformación” de BAT.

Entre los “productos de riesgo potencialmente reducido” que incluye el grupo en esa plataforma está el cigarrillo electrónico.


Ante la prohibición de publicidad para el tabaco en numerosos países, las marcas promocionan ahora en la F1 proyectos paralelos a su actividad principal y productos menos controvertidos.

¿Publicidad encubierta?

“Nuestra iniciativa no hace promoción de ningún producto ni de ninguna marca del grupo Philip Morris. Al contrario, Mission Winnow tiene como objetivo ilustrar nuestro compromiso para mejorar constantemente. Esta iniciativa abre una ventana al nuevo Philip Morris y a nuestros colaboradores, así como a nuestro compromiso y nuestras motivaciones comunes”, defiende Tommaso di Giovanni, director de comunicación del grupo.

Buscar ‘Mission Winnow’ en Google conduce rápidamente a Philip Morris.

Por parte de BAT, “esto no tiene nada que ver con lo que hacíamos antes de 2006”, afirma una portavoz del grupo, que fue un actor importante de la F1 entre 1999 y 2005 con el equipo BAR. “No se trata de promover productos relacionados con el tabaco”, señala.

En un momento en el que las escuderías privadas tienen problemas con sus presupuestos por la falta de grandes patrocinadores, el aporte financiero de las marcas de tabaco, que han hecho crecer la categoría en el pasado, se presenta como un argumento tentador.

Pero su regreso a la F1 no es aceptado de manera unánime. En Australia, que acoge el primer Gran Premio de la temporada el 17 de marzo en Melbourne, las autoridades sanitarias examinan el logo ‘Mission Winnow’, que se parece al de Marlboro, para determinar si se trata de publicidad encubierta.

Investigaciones

“Trabajamos actualmente con los organizadores del Gran Premio australiano para comprender y responder a las preocupaciones de las autoridades sobre Mission Winnow”, asegura el director  de comunicación del grupo, Tommaso Di Giovanni.

“La señalización utilizada en los uniformes de los miembros de la Scuderia Ferrari y en la página web son conformes a las leyes aplicables a nuestras actividades en Australia y en el Estado de Victoria”, donde está situado Melbourne.

“Examinamos actualmente en detalle las leyes y las reglamentaciones” sobre el tabaco en los países que acogen Grandes Premios, señala British American Tobacco. “Debemos todavía determinar qué activaciones de marca poner en marcha en qué países, pero respetaremos los entornos reglamentarios”, añade.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA), que se encarga de las reglas del campeonato, se mantiene prudente pero firme sobre este tema.

“No tenemos conocimiento de los detalles de este acuerdo o de las modalidades de esta colaboración. Es difícil evaluarlas en este momento. Sin embargo, desde 2006, la FIA se opone firmemente a toda publicidad o patrocinio de los cigarrillos o los productos del tabaco en el marcado de sus campeonatos y esa enfoque no ha cambiado”, asegura.

El debate no ha hecho, seguramente, nada más que comenzar.

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