24 de abril 2019 | 5:00 am

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) está en quiebra y podría tener problemas para operar en julio, alertó este lunes el director de Administración y Finanzas del organismo, Mario Zenteno Santaella, durante una comparecencia con senadores.

“Estamos operando en austeridad a todo lo que da. En el Instituto pagamos alrededor de 1,000 millones por año de pasivo”, informó Zenteno en su encuentro con la Comisión de Salud de la Cámara Alta, donde también se comprometió a avanzar en acciones que regresen la salud financiera a la institución de seguridad social.

EL CEO revisó los informes financieros y actuariales (IFA) de la institución entre 2012 y 2017 – último disponible – y encontró que durante esos años, los pasivos crecieron 36%, mientras que los activos únicamente se incrementaron en 14% nominal, tomando en cuenta las transferencias federales y los ingresos propios.

Dentro de los pasivos se ubica el rubro Reservas Federales, que representan el respaldo financiero a los fondos de seguros, servicios y prestaciones de los trabajadores del Estado.

Desde 2013 hasta 2017, esta cifra osciló entre 77% y 80% del total de los pasivos. El resto son por concepto de provisiones, acreedores, contratos y retenciones.

En este mismo periodo también se registró una disminución de 9% en el patrimonio y de 93% en el ahorro del ISSSTE, así como un alza de 4% en sus ingresos y de 10% en sus gastos.

Pasivos del ISSSTE

Al tomar en cuenta únicamente los pasivos devengados de la institución, es decir, los que se arrastran al siguiente año fiscal, se aprecia una reducción de los pasivos de 11.5% entre 2014 y 2017, de acuerdo con los IFA.

De estos, la mayor parte de la reducción se ubica en el rubro de Obras Públicas, que el último año fiscal revisado se ubicaron en cero, así como en el ramo Servicios Generales, que tuvo una reducción de 34% entre 2016 y 2017, muestran los documentos.

La cifra de pasivos devengados en 2013 no se encuentra desglosada en los informes.

De acuerdo con Zenteno, en 2018 los pasivos del ISSSTE aumentaron 128% respecto al año previo, al pasar de 8,416 millones de pesos (mdp) a 18,917 mdp, aunque esa cifra aún no está disponible públicamente en los estados financieros de la institución.

El funcionario también alertó sobre posibles actos de corrupción en las delegaciones, ya que “al amparo de la autonomía de gestión realizan de manera libre muchas de las compras”.

En los informes financieros del ISSSTE es posible ver que la mayor parte de los pasivos relativos a materiales, suministros y servicios proviene de la administración central.

Contratos

Zenteno Santaella indicó el lunes que una de las causas de las malas finanzas de la institución es el contrato firmado con el proveedor SILODISA, que presta servicios de distribución de medicamentos y material de curación desde el 6 de junio de 2017.

“El ISSSTE no tiene cadena de abasto, se desmantelaron los almacenes, lo que llevó a la contratación de esta empresa, se subrogó o se privatizó”, señaló el funcionario.

El contrato con la SILODISA fue por un total de de 3,331 millones de pesos y vencerá el 5 de junio de 2020.

En lo relativo a la compra de medicamentos, el director de Administración y Finanzas del ISSSTE señaló que la contratación descentralizada ha ocasionado discrecionalidad en la adquisición de medicamentos. Por ejemplo, el Hospital 20 de noviembre presuntamente adquiere un antibiótico que cuesta 208 pesos en 2,640 pesos, lo que representa un sobreprecio de 1,168%, dijo el funcionario.

De acuerdo con cifras de Compranet, el ISSSTE firmó 535 contratos para adquirir medicamentos de alta especialidad a distintos proveedores. De estas, 486 se realizaron por adjudicación directa.

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