23 de julio 2019 | 5:00 am
La construcción de la línea 1 del Cablebús de la Ciudad de México, que viajará de Cuautepec a Indios Verdes, arrancará en agosto a cargo de dos empresas señaladas por irregularidades en México y en el extranjero.
El consorcio al que el gobierno capitalino contrató para el proyecto está integrado por Doppelmayr, relacionada con ventas a sobreprecio y con operaciones fraudulentas con Odebrecht en Venezuela y Gami Ingeniería e Instalaciones, señalada en irregularidades en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
La asignación del contrato se realizó a través de adjudicación directa, tras declararse desierta la primera licitación pública emitida para el proyecto, por lo que Ricardo Corona, director jurídico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), cuestiona que los beneficiarios sean empresas relacionadas con actividades sospechosas.
Me parece incorrecto que se siga contratando a proveedores que han actuado con opacidad y hasta con dolo en otras obras públicas
, lamenta Corona
El proyecto costará 2,925 millones de pesos (mdp) y tendrá capacidad para transportar 160,000 pasajeros diarios (o 6,000 por hora), a través de 9.4 kilómetros divididos en seis estaciones: Indios Verdes, Ticomán, La Pastora, Campos de Madero, Cuautepec, Tlaxpexco.
ASF reporta irregularidades de Gami
Gami Ingeniería e Instalaciones es parte del grupo constructor Indi, localizada en el Estado de México y que en la última década participó en obras como la nueva sede del Senado de la República, el Doble túnel Insurgentes-Mixcoac y en la realización de un muelle en Veracruz, según su página web.
La empresa participante en el teleférico del norte de la Ciudad de México, además, estuvo involucrada en la construcción de la barda perimetral del NAIM en Texcoco, donde la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó un desvío por 135.6 mdp en 2017.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador canceló la construcción del NAIM a finales de 2018, tras casi cuatro años de obras y miles de millones de pesos invertidos en la obra. En su lugar, el mandatario promueve la construcción de un nuevo aeródromo comercial en la base aérea de Santa Lucía.
Sin embargo, los casos de presunta corrupción en la principal obra de infraestructura durante el sexenio de Enrique Peña Nieto siguen surgiendo.
La ASF reveló recientemente un pago irregular del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México a Gami por 21.1 mdp en insumos adicionales para la colocación de pilotes –elementos de acero constructivos para cimentación– en la torre de control, edificio terminal y centro de transporte terrestres intermodal del NAIM.
“(El pago es) considerado en un concepto fuera de catálogo por el incremento en la producción de pilotes, debido a que dichos insumos ya se habían solicitado desde las bases y a que otros se duplican con los incluidos en los precios de concurso, lo que generó pagos en demasía por 21,154 mdp”, dice un reporte individualizado de la ASF sobre la cuenta pública del primer cuatrimestre de 2018.
Según la auditoría, correspondiente a la cuenta pública del año pasado, los 21.1 mdp financiados formaban parte de la fabricación de los pilotes, pero en el contrato original se contemplaba su armado dentro del perímetro de la obra. No obstante, al final se utilizaron tracto camiones para el traslado desde fuera del polígono.
“(…) De acuerdo con las bases de la convocatoria, la fabricación de pilotes se debió efectuar dentro del polígono, por lo que si la propuesta de la contratista no lo consideró de origen es improcedente su reclamo durante la ejecución de los trabajos”, aclara la ASF.
Una compra fuera de catálogo puede ser considerada como un acto de corrupción si no se justifica y en este caso la auditoría advierte que no hay justificación para realizar un pago a la compañía, dice Ricardo Corona.
Las autoridades deberían sancionar económica y administrativamente tanto a la compañía como a los funcionarios o a la dependencia que permite las irregularidades. En el caso de la empresa podría ser inhabilitada por meses o años para participar en licitaciones gubernamentales
, explica.
La sombra de Odebrecht
La sombra de Odebrecht también oscurece el proceso de contratación para la construcción del Cablebús capitalino.
La compañía austriaca Doppelmayr, que se especializa en la construcción de teleféricos está señalada de corrupción en el Nuevo Sistema Teleférico Mukumbarí de Mérida en Venezuela, el cual fue presumido en 2016 como el más alto, largo y moderno del mundo.
Un reporte del portal Runrun.es reveló diversas irregularidades en la obra como presunta duplicación de pagos, “pagos en exceso”, incumplimiento en los tiempos de entrega y fallas en la calidad de la construcción.
La obra estaba cubierta en dos contratos suscritos entre el gobierno venezolano y la empresa Doppelmayr Seilbahnen. No obstante, se firmaron 12 contratos adicionales por conceptos similares que inflaron 85% los costos de la construcción.
“Los hallazgos se conocen casi seis años después de iniciadas las obras de remodelación del teleférico más largo, alto y moderno del mundo. Las cinco principales irregularidades identificadas tras la revisión de 14 contratos son la falta de soportes en los contratos, presunta duplicación de pagos, pago en exceso, incumplimiento en los tiempos de entrega y fallas en la calidad de las obras”, dice Runruners.
La conexión entre Doppelmayr y Odebrecht data de 2008, cuando el entonces presidente de la firma austriaca, Martin Schoffel, logró obtener para su compañía la licitación para la construcción de la Línea III La Rinconada del teleférico en Caracas para luego cederle los derechos de la obra a Odebrecht, según una investigación de Transparencia Venezuela.
EL CEO consultó al gobierno de la Ciudad de México sobre los criterios utilizados en la contratación de Gami Ingeniería e Instalaciones y de Doppelmayr, pero hasta ahora no recibió respuesta.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció el pasado 22 de junio que la construcción de la obra iniciaría en julio para comenzar a operar en 2020, pero la Secretaría de Movilidad (Semovi) de la ciudad informó que el arranque de la edificación se retrasó a agosto.
El 29 de julio iniciará la realización de un estudio de mercado para continuar con la planeación de los proyectos de construcción para el la línea 2 del Cablebús que conectará a la Sierra de Santa Catarina con la estación del Metro Constitución 1917 de la Línea 8.
En total se tiene contemplado que la red de teleféricos esté integrada por cuatro líneas. Ajusco a Metro Universidad de la línea 3 y Avenida Tamaulipas en Santa fe a Metro San Antonio de la línea 7 completarán las rutas del servicio.
El Cablebús de CDMX y sus conexiones ‘ocultas’ con Odebrecht y el NAIM
Alejandro Juárez
alejandro.juarez@elceo.com
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23 de julio 2019 | 5:00 am
La construcción de la línea 1 del Cablebús de la Ciudad de México, que viajará de Cuautepec a Indios Verdes, arrancará en agosto a cargo de dos empresas señaladas por irregularidades en México y en el extranjero.
El consorcio al que el gobierno capitalino contrató para el proyecto está integrado por Doppelmayr, relacionada con ventas a sobreprecio y con operaciones fraudulentas con Odebrecht en Venezuela y Gami Ingeniería e Instalaciones, señalada en irregularidades en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
La asignación del contrato se realizó a través de adjudicación directa, tras declararse desierta la primera licitación pública emitida para el proyecto, por lo que Ricardo Corona, director jurídico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), cuestiona que los beneficiarios sean empresas relacionadas con actividades sospechosas.
, lamenta Corona
El proyecto costará 2,925 millones de pesos (mdp) y tendrá capacidad para transportar 160,000 pasajeros diarios (o 6,000 por hora), a través de 9.4 kilómetros divididos en seis estaciones: Indios Verdes, Ticomán, La Pastora, Campos de Madero, Cuautepec, Tlaxpexco.
ASF reporta irregularidades de Gami
Gami Ingeniería e Instalaciones es parte del grupo constructor Indi, localizada en el Estado de México y que en la última década participó en obras como la nueva sede del Senado de la República, el Doble túnel Insurgentes-Mixcoac y en la realización de un muelle en Veracruz, según su página web.
La empresa participante en el teleférico del norte de la Ciudad de México, además, estuvo involucrada en la construcción de la barda perimetral del NAIM en Texcoco, donde la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó un desvío por 135.6 mdp en 2017.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador canceló la construcción del NAIM a finales de 2018, tras casi cuatro años de obras y miles de millones de pesos invertidos en la obra. En su lugar, el mandatario promueve la construcción de un nuevo aeródromo comercial en la base aérea de Santa Lucía.
Sin embargo, los casos de presunta corrupción en la principal obra de infraestructura durante el sexenio de Enrique Peña Nieto siguen surgiendo.
La ASF reveló recientemente un pago irregular del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México a Gami por 21.1 mdp en insumos adicionales para la colocación de pilotes –elementos de acero constructivos para cimentación– en la torre de control, edificio terminal y centro de transporte terrestres intermodal del NAIM.
“(El pago es) considerado en un concepto fuera de catálogo por el incremento en la producción de pilotes, debido a que dichos insumos ya se habían solicitado desde las bases y a que otros se duplican con los incluidos en los precios de concurso, lo que generó pagos en demasía por 21,154 mdp”, dice un reporte individualizado de la ASF sobre la cuenta pública del primer cuatrimestre de 2018.
Según la auditoría, correspondiente a la cuenta pública del año pasado, los 21.1 mdp financiados formaban parte de la fabricación de los pilotes, pero en el contrato original se contemplaba su armado dentro del perímetro de la obra. No obstante, al final se utilizaron tracto camiones para el traslado desde fuera del polígono.
“(…) De acuerdo con las bases de la convocatoria, la fabricación de pilotes se debió efectuar dentro del polígono, por lo que si la propuesta de la contratista no lo consideró de origen es improcedente su reclamo durante la ejecución de los trabajos”, aclara la ASF.
Una compra fuera de catálogo puede ser considerada como un acto de corrupción si no se justifica y en este caso la auditoría advierte que no hay justificación para realizar un pago a la compañía, dice Ricardo Corona.
, explica.
La sombra de Odebrecht
La sombra de Odebrecht también oscurece el proceso de contratación para la construcción del Cablebús capitalino.
La compañía austriaca Doppelmayr, que se especializa en la construcción de teleféricos está señalada de corrupción en el Nuevo Sistema Teleférico Mukumbarí de Mérida en Venezuela, el cual fue presumido en 2016 como el más alto, largo y moderno del mundo.
Un reporte del portal Runrun.es reveló diversas irregularidades en la obra como presunta duplicación de pagos, “pagos en exceso”, incumplimiento en los tiempos de entrega y fallas en la calidad de la construcción.
La obra estaba cubierta en dos contratos suscritos entre el gobierno venezolano y la empresa Doppelmayr Seilbahnen. No obstante, se firmaron 12 contratos adicionales por conceptos similares que inflaron 85% los costos de la construcción.
“Los hallazgos se conocen casi seis años después de iniciadas las obras de remodelación del teleférico más largo, alto y moderno del mundo. Las cinco principales irregularidades identificadas tras la revisión de 14 contratos son la falta de soportes en los contratos, presunta duplicación de pagos, pago en exceso, incumplimiento en los tiempos de entrega y fallas en la calidad de las obras”, dice Runruners.
La conexión entre Doppelmayr y Odebrecht data de 2008, cuando el entonces presidente de la firma austriaca, Martin Schoffel, logró obtener para su compañía la licitación para la construcción de la Línea III La Rinconada del teleférico en Caracas para luego cederle los derechos de la obra a Odebrecht, según una investigación de Transparencia Venezuela.
EL CEO consultó al gobierno de la Ciudad de México sobre los criterios utilizados en la contratación de Gami Ingeniería e Instalaciones y de Doppelmayr, pero hasta ahora no recibió respuesta.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció el pasado 22 de junio que la construcción de la obra iniciaría en julio para comenzar a operar en 2020, pero la Secretaría de Movilidad (Semovi) de la ciudad informó que el arranque de la edificación se retrasó a agosto.
El 29 de julio iniciará la realización de un estudio de mercado para continuar con la planeación de los proyectos de construcción para el la línea 2 del Cablebús que conectará a la Sierra de Santa Catarina con la estación del Metro Constitución 1917 de la Línea 8.
En total se tiene contemplado que la red de teleféricos esté integrada por cuatro líneas. Ajusco a Metro Universidad de la línea 3 y Avenida Tamaulipas en Santa fe a Metro San Antonio de la línea 7 completarán las rutas del servicio.
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Alejandro Juárez
alejandro.juarez@elceo.com
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