14 de diciembre 2019 | 12:30 am
Javier Herrera Valles, comisario en retiro de la Policía Federal Preventiva (PFP) advirtió a Felipe Calderón sobre diversas irregularidades cometidas por Genaro García Luna y del fracaso de los primeros operativos de la guerra contra el narcotráfico que implementó en 2006.
En dos cartas enviadas en 2008, el excomisario informó sobre nombramientos dudosos en posiciones estratégicas de seguridad y la falta de preparación que entorpeció los primeros operativos antidrogas comandados por García Luna.
Las autoridades estadounidenses detuvieron el martes al exsecretario de Seguridad en Texas, acusado de recibir sobornos “multimillonarios” del Cártel de Sinaloa, a cambio de permitirle operar en México entre 2006 y 2012.
La fiscalía de Nueva York le imputó a García Luna tres cargos por tráfico de cocaína y uno por mentir a las autoridades migratorias para obtener la ciudadanía.
Por estos cargos, el excolaborador de Calderón puede enfrentar una pena mínima de 10 años en prisión y máxima de cadena perpetua, según el Departamento de Justicia estadounidense.
La detención del exfuncionario hizo estallar los cuestionamientos hacia Felipe Calderón por la designación de García Luna, encargado de la estrategia de seguridad pública durante toda su administración.
La primera respuesta de Calderón llegó el mismo martes en un tuit en el que dijo desconocer “por completo los hechos que se le imputan (a García Luna)”.
Dos días después, Herrera Valles publicó las dos cartas que dirigió al otrora miembro del Partido Acción Nacional (PAN) en el segundo año de su presidencia.
Calderón respondió este viernes también con una carta.
En ella señala que el excomisario no menciona los presuntos nexos de García Luna con la organización criminal en algún tiempo lideró Joaquín Chapo Guzmán.
“No hace acusación alguna de complicidad del secretario con el crimen organizado. Por tanto, reitero que desconocía los hechos por los que se le acusa en Estados Unidos”, escribió en el tuit que da pie a un escrito de dos cuartillas.
“Sin trabajo de inteligencia”
La primera carta, con fecha del 15 de febrero de 2008, habría llegado a manos de Calderón a través de César Nava, entonces secretario particular del presidente.
Herrera Valles indica en ella que Genaro Luna priorizó la exposición mediática de los operativos para combatir al narcotráfico en Michoacán, Guerrero, Nuevo León y Tamaulipas.
A cambio sacrificó el éxito de las operaciones, explica.
La exposición en medios de comunicación de los despliegues del personal de seguridad condenó al fracaso las operaciones al restarles el “elemento sorpresa”, dice el excomisario.
En el caso de Guerrero, donde desplegaron 300 elementos de la Marina y tres helicópteros de la PFP, solo recuperaron vehículos robados y atendieron tres casos de pederastia, asegura.
También resalta que la mayoría de actividades y operativos de la PFP se lanzaron de “manera reactiva” y sin trabajo de inteligencia en varias partes del país, ocasionando la muerte de policías y militares.
En un operativo en Monterrey en julio de 2007, presuntos sicarios asesinaron a cinco elementos de la PFP que trabajaban bajo el mando de Víctor Gerardo Garay Cadena, hombre cercano a García Luna, dice la carta.
“… no se tienen datos, rostros, nombres, vehículos, por lo que se continúa trabajando sobre blancos de oportunidad y no sobre blancos específicos, como se debería de actuar con información de inteligencia”, dice el documento.
Otras irregularidades que denuncia el expolicía están relacionadas con el influyentismo para colocar a sus hombres de confianza en puestos clave, pese a no estar calificados para desempeñar los cargos.
Injusticias que costaron vidas
La segunda carta, fechada el 7 de mayo del mismo año, fue entregada a Calderón por Roberto Gavaldón Arbide, secretario particular del entonces secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo Torres.
Gavaldón Arbide era amigo de sus padres y correligionario del Partido Acción Nacional (PAN), explica Herrera Valles en la carta.
En este escrito, el expolicía con 30 años de servicio asegura que los asesinatos de decenas de elementos de la PFP y la Agencia Federal de Investigación (AFI) por errores en la planeación de los operativos estaban desmoralizando a los cuerpos policiacos.
Herrera Valles dice que “las injusticias cometidas por García Luna” debidas a su falta de capacidad sacrificaba vidas de sus excompañeros “innecesariamente”, lo que además generaba la imagen de una policía incapaz.
La carta menciona también los nombramientos de personas cercanas a García Luna en puestos clave, pese a no contar con la experiencia necesaria para los cargos o a haber recibido cuestionamientos y sanciones administrativas con anterioridad.
En la Dirección General de Puertos y Fronteras, dice, colocó a Héctor Alejandro Moreno Mendoza, quien participó en una balacera en Cananea, Sonora en 2007.
El enfrentamiento entre policías y presuntos sicarios dejó 26 muertos.
También, nombró a Nahúm García Martínez, quien estuvo involucrado en el asesinato de Enrique Salinas de Gortari en 2005, como jefe de la Sección I del Estado Mayor de la PFP.
En respuesta a las cartas de Herrera, Calderón Hinojosa se desmarca de los señalamientos que conectan a García Luna con el cartel sinaloense, “los cuales ni siquiera son mencionados” en los documentos.
El exmandatario no aclara si leyó las cartas cuando fueron enviadas por Herrera Valles, pero aseguró que su gobierno “combatió con igual determinación a todos los grupos del Crimen Organizado”, incluyendo al de Sinaloa.
¿Qué dicen las cartas sobre Genaro García Luna?
Alejandro Juárez
alejandro.juarez@elceo.com
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14 de diciembre 2019 | 12:30 am
Javier Herrera Valles, comisario en retiro de la Policía Federal Preventiva (PFP) advirtió a Felipe Calderón sobre diversas irregularidades cometidas por Genaro García Luna y del fracaso de los primeros operativos de la guerra contra el narcotráfico que implementó en 2006.
En dos cartas enviadas en 2008, el excomisario informó sobre nombramientos dudosos en posiciones estratégicas de seguridad y la falta de preparación que entorpeció los primeros operativos antidrogas comandados por García Luna.
Las autoridades estadounidenses detuvieron el martes al exsecretario de Seguridad en Texas, acusado de recibir sobornos “multimillonarios” del Cártel de Sinaloa, a cambio de permitirle operar en México entre 2006 y 2012.
La fiscalía de Nueva York le imputó a García Luna tres cargos por tráfico de cocaína y uno por mentir a las autoridades migratorias para obtener la ciudadanía.
Por estos cargos, el excolaborador de Calderón puede enfrentar una pena mínima de 10 años en prisión y máxima de cadena perpetua, según el Departamento de Justicia estadounidense.
La detención del exfuncionario hizo estallar los cuestionamientos hacia Felipe Calderón por la designación de García Luna, encargado de la estrategia de seguridad pública durante toda su administración.
La primera respuesta de Calderón llegó el mismo martes en un tuit en el que dijo desconocer “por completo los hechos que se le imputan (a García Luna)”.
Dos días después, Herrera Valles publicó las dos cartas que dirigió al otrora miembro del Partido Acción Nacional (PAN) en el segundo año de su presidencia.
Calderón respondió este viernes también con una carta.
En ella señala que el excomisario no menciona los presuntos nexos de García Luna con la organización criminal en algún tiempo lideró Joaquín Chapo Guzmán.
“No hace acusación alguna de complicidad del secretario con el crimen organizado. Por tanto, reitero que desconocía los hechos por los que se le acusa en Estados Unidos”, escribió en el tuit que da pie a un escrito de dos cuartillas.
“Sin trabajo de inteligencia”
La primera carta, con fecha del 15 de febrero de 2008, habría llegado a manos de Calderón a través de César Nava, entonces secretario particular del presidente.
Herrera Valles indica en ella que Genaro Luna priorizó la exposición mediática de los operativos para combatir al narcotráfico en Michoacán, Guerrero, Nuevo León y Tamaulipas.
A cambio sacrificó el éxito de las operaciones, explica.
La exposición en medios de comunicación de los despliegues del personal de seguridad condenó al fracaso las operaciones al restarles el “elemento sorpresa”, dice el excomisario.
En el caso de Guerrero, donde desplegaron 300 elementos de la Marina y tres helicópteros de la PFP, solo recuperaron vehículos robados y atendieron tres casos de pederastia, asegura.
También resalta que la mayoría de actividades y operativos de la PFP se lanzaron de “manera reactiva” y sin trabajo de inteligencia en varias partes del país, ocasionando la muerte de policías y militares.
En un operativo en Monterrey en julio de 2007, presuntos sicarios asesinaron a cinco elementos de la PFP que trabajaban bajo el mando de Víctor Gerardo Garay Cadena, hombre cercano a García Luna, dice la carta.
“… no se tienen datos, rostros, nombres, vehículos, por lo que se continúa trabajando sobre blancos de oportunidad y no sobre blancos específicos, como se debería de actuar con información de inteligencia”, dice el documento.
Otras irregularidades que denuncia el expolicía están relacionadas con el influyentismo para colocar a sus hombres de confianza en puestos clave, pese a no estar calificados para desempeñar los cargos.
Injusticias que costaron vidas
La segunda carta, fechada el 7 de mayo del mismo año, fue entregada a Calderón por Roberto Gavaldón Arbide, secretario particular del entonces secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo Torres.
Gavaldón Arbide era amigo de sus padres y correligionario del Partido Acción Nacional (PAN), explica Herrera Valles en la carta.
En este escrito, el expolicía con 30 años de servicio asegura que los asesinatos de decenas de elementos de la PFP y la Agencia Federal de Investigación (AFI) por errores en la planeación de los operativos estaban desmoralizando a los cuerpos policiacos.
Herrera Valles dice que “las injusticias cometidas por García Luna” debidas a su falta de capacidad sacrificaba vidas de sus excompañeros “innecesariamente”, lo que además generaba la imagen de una policía incapaz.
La carta menciona también los nombramientos de personas cercanas a García Luna en puestos clave, pese a no contar con la experiencia necesaria para los cargos o a haber recibido cuestionamientos y sanciones administrativas con anterioridad.
En la Dirección General de Puertos y Fronteras, dice, colocó a Héctor Alejandro Moreno Mendoza, quien participó en una balacera en Cananea, Sonora en 2007.
El enfrentamiento entre policías y presuntos sicarios dejó 26 muertos.
También, nombró a Nahúm García Martínez, quien estuvo involucrado en el asesinato de Enrique Salinas de Gortari en 2005, como jefe de la Sección I del Estado Mayor de la PFP.
En respuesta a las cartas de Herrera, Calderón Hinojosa se desmarca de los señalamientos que conectan a García Luna con el cartel sinaloense, “los cuales ni siquiera son mencionados” en los documentos.
El exmandatario no aclara si leyó las cartas cuando fueron enviadas por Herrera Valles, pero aseguró que su gobierno “combatió con igual determinación a todos los grupos del Crimen Organizado”, incluyendo al de Sinaloa.
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Alejandro Juárez
alejandro.juarez@elceo.com
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