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Reportera de Negocios
A finales de la década de los noventa, Carlos Slim Helú murió durante unos segundos. Le había dado un ataque al corazón. La experiencia de estar al borde de la muerte motivó al magnate, que empezó a comprar empresas desde su primer cuarto de siglo, a querer terminar de consolidar un imperio que en 2007 le valió convertirse en el primero y único mexicano en encabezar la lista de los hombres más ricos del mundo.
La visión de Slim, de entonces casi 60 años, también incluía un plan de sucesión familiar en los negocios que finalmente lo llevaría al retiro. Sin embargo, esto nunca ocurrió.
“Y no sólo no ocurrió. El periodo más exitoso de la vida empresarial de Carlos Slim es justo el que viene después de haber estado al borde de la muerte en un hospital de Houston”, cuenta en entrevista el periodista regiomontano Diego Enrique Osorno, autor del libro ‘Slim: retrato político del hombre más rico del mundo’.
Osorno ve en él una especie de figura de “renacido”. De un hombre que tuvo una segunda oportunidad que decidió utilizar para terminar de construir lo que inició desde muy joven. El retiro, hasta ahora, sigue sin ocurrir.
Cualquiera pensaría que un multimillonario como él lo ha logrado todo. Sin embargo, no es así. Existe un negocio que no ha podido añadir a este imperio: el de la televisión de paga en México. Quizá en este sexenio suena más posible que imposible.
“Lo que veo y lo que entiendo es que en telecomunicaciones es muy claro, él tiene que darle mantenimiento a la hegemonía que construyó en el sector”, considera Osorno.
El interés del presidente emérito de América Móvil por participar en la industria del contenido audiovisual en televisión tomó fuerza en los últimos años, principalmente cuando el gigante de telecomunicaciones -que concentra a Telcel y Telmex- fue declarada en marzo de 2014 como agente económico preponderante del sector.
A sus 80 años, Carlos Slim se mantiene más activo que nunca. También muy cercano al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el primero de la corriente de izquierda, con la promesa de grandes inversiones en industrias donde tiene una participación amplia, como lo es la de telecomunicaciones.
Este escenario podría darle un regalo ideal de cumpleaños: condiciones para invertir, opina Jorge Fernando Negrete Pacheco, presidente de Digital, Policy & Law.
“En este momento de su vida él desea apoyar a México, pero no va a cometer un suicidio financiero. Mientras la regulación de preponderancia exista y la separación funcional de Telmex persista, él va a invertir en otros territorios y diversificar el riesgo en México”.
Otro regalo, en opinión de Negrete Pacheco, sería la eliminación de la figura de preponderancia de la Constitución, así como la revocación de la separación funcional de Telmex, aunque recientemente el Instituto Federal de Telecomunicaciones aprobó la división de su negocio de telefonía e internet fijo.
“El obsequio para México sería la conectividad del país y más inversión”.
Dada la condición de preponderancia, América Móvil está sujeta a una regulación distinta a la de sus rivales en la industria, quienes se han manifestado constantemente a favor de endurecer las medidas contra la empresa, además de evitar a toda costa su entrada a la televisión.
Mónica Aspe Bernal, vicepresidenta de Asuntos Externos y Comunicación de AT&T, aseguró hace unos meses que si América Móvil obtiene la licencia para ofrecer televisión de paga en México, y si la Corte permite el regreso del llamado ‘efecto club’, esto le permitiría amarrar nuevos usuarios, empaquetar servicios y desplazar a la competencia.
Ante este escenario, la directiva confía en que la autoridad reguladora no caiga en la tentación de abrir camino al magnate en ese negocio, cuyo imperio en telecomunicaciones concentra alrededor de seis de cada 10 pesos de los ingresos totales del sector.
Telefónica México, en voz de Miguel Calderón, vicepresidente de Asuntos Regulatorios y Relaciones Institucionales, ha dicho que dado que sólo América Móvil genera los flujos necesarios para operar en el sector, es necesario generar condiciones iguales para todos los jugadores.
Pese a tener prácticamente en contra a toda la industria, que busca que la regulación sea más rígida, América Móvil no quita el dedo del renglón: desde la declaratoria de preponderancia a la fecha, el guiño al órgano regulador para competir en televisión de paga a través de Telmex ha sido constante.
Obtener la concesión que tanto ha pedido no ha sido, ni será, nada fácil.
En diciembre de 2020 se cumplen 30 años desde que Slim tomó el control de Teléfonos de México, la empresa telefónica estatal que fue privatizada por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
A finales de la década de los ochenta, Salinas de Gortari tenía entre sus cercanos a Pedro Aspe, el padre de Mónica, a quien encomendó estudiar las privatizaciones en el mundo, principalmente de telecomunicaciones, una misión que fue ejecutada por Jacques Rogozinski, quien en ese entonces trabajaba en la Lotería Nacional, según relata Osorno en el libro.
El título de concesión de Telmex no ha cambiado en casi tres décadas, por lo que sigue impedida para ofrecer el servicio de televisión y competir así en un negocio actualmente dominado por Grupo Televisa.
Ante los cambios que se esperan en el sector de telecomunicaciones este año, algunos analistas auguran que cada vez falta menos para que Slim logre encender la televisión de paga en México y entrar por fin al negocio.
“Inevitablemente se tendrá que autorizar a América Móvil el proveer servicios de televisión restringida”, en medio de un escenario donde un jugador concentra la mayor participación de mercado, además del alza en los precios de los servicios, dice Alik García, analista de Intercam Casa de Bolsa.
Que el regulador dé a Slim luz verde para ofrecer televisión está ligado a si la separación funcional va o no va, un asunto que deberá de resolverse en los primeros meses de 2020.
La separación funcional, un mandato del Instituto Federal de Telecomunicaciones derivado de la primera revisión bienal de preponderancia de 2017, será el punto de partida que defina cuáles serán las medidas que pesen sobre la empresa tras la segunda revisión de la efectividad de las mismas.
Esta separación obliga a Telmex y Telnor a dividir, cada una, la provisión de servicios mayoristas y minoristas a través de una nueva entidad.
García considera que el IFT podría tomarse un tiempo para evaluar los efectos que tendrá la separación, si se da, y posteriormente determinar si autoriza a Telmex para incursionar en la televisión, pese al rechazo de la industria.
Sin embargo, Osorno, quien entrevistó a Slim durante cuatro años para elaborar el libro biográfico, cree que la televisión ya es cosa del pasado y en decadencia frente al mundo digital y los servicios de streaming, un negocio en el que el empresario ha sido visionario al ofrecer Claro Video como oferta de contenido audiovisual.
Es justo esa visión para involucrarse en el mundo digital que llevó a Telmex a sumar a Netflix en sus planes de telefonía fija e internet, una alianza ganadora para ambas, dado el atractivo de los servicios empaquetados con más contenido y más internet, planes en los que se incluye la telefonía fija, pese a ser un servicio que se inclina hacia el desuso.
“Yo me acuerdo que cuando iba a verlo, él estaba leyendo los planes de desarrollo del gobierno de China hacia 2050, entonces, es alguien que está pensando constantemente en el futuro. Yo creo que la televisión ya es cosa del pasado, es mi impresión”, dice a EL CEO.
2020 será un año clave para América Móvil. No solo por la televisión y la separación funcional. La compañía tiene pendiente resolver las diferencias con el sindicato de telefonistas, que mantiene un emplazamiento a huelga para el próximo 23 de enero.
Además está atento a la segunda revisión bienal de la efectividad de las medidas de preponderancia y la resolución del amparo sobre el ‘efecto club’, cuyo proyecto espera que la Corte tenga listo hasta el tercer trimestre de este 2020.
Este esquema consiste en la diferenciación de las tarifas de Telcel entre el tráfico interno de su red (on-net) y el tráfico de sus competidores (off-net), lo que permitía que las llamadas entre los usuarios de Telcel no tuvieran costo para sus clientes.
Aunque México es su mercado más grande, la consolidación de otros mercados como Brasil y otros de la región Centroamérica tiene tras de sí otro posible deseo de cumpleaños: la estabilidad en las regiones en donde participa, tanto a nivel de crecimiento económico como de la variación de sus monedas.
Si las monedas emergentes se aprecian, se daría una cierta estabilidad por parte de las monedas duras, lo que generaría utilidades cambiarias, comentó Fernando Bolaños, analista de Grupo Financiero Monex.
El mejor escenario sería que América Móvil tuviera utilidades cambiarias. La estabilidad sería positiva porque no se daría lugar a tanta fluctuación, ya que la utilidad estaría ‘limpia’ de cualquier variación por estas monedas.
En términos generales, el escenario deseable para América Móvil en el año del cumpleaños 80 de Carlos Slim sería, según Bolaños, la estabilidad en la demanda de los productos, monedas y economías donde América Móvil participa.
La relación entre Salinas de Gortari y Slim ya no es tan dulce como lo fue cuando se dio la privatización de Telmex. La rispidez entre el expresidente y el empresario se encendió hace un lustro, cuando Salinas escribió en un diario de circulación nacional que el monopolio de Slim era producto de la falta de regulación tras hacerse con la compañía telefónica.
En su libro, Osorno refiere que el empresario no estuvo de acuerdo con las declaraciones del expresidente priista, a las que calificó de “bola de mentiras” con la intención de “quedar bien” con Televisa.
Sin embargo, Carlos Slim ha sabido acercarse al poder en turno, sexenio tras sexenio. En el caso del presidente López Obrador la relación es cercana, pese a periodos de distanciamiento tras la elección presidencial, que recrudecieron con la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Aunque fue el mismo empresario quien meses después apareció junto al mandatario para anunciar un acuerdo de las empresas de gasoductos con el gobierno. También fue quien dio un adelanto del Acuerdo Nacional de Infraestructura, del que aseguró estarían comprometidos 1,600 proyectos. Texcoco era “uno más”, dijo.
Alik García, de Intercam Casa de Bolsa, coincide en que la relación ha mejorado, considerando además la inversión que pretende hacer en el plan de conectividad universal del gobierno.
“Hay mucho interés de desplegar la red 5G en México, entonces, el gobierno por sí solo no tiene las herramientas financieras o los recursos para desplegar por sí mismo toda la infraestructura que se requiere para hacer avanzar el sector”
Naturalmente, requiere de la mano de la iniciativa privada, por lo que considera que las empresas de Slim seguirán teniendo una participación relevante en las inversiones del sector de telecomunicaciones.
Al tomar el control de la red nacional de telefonía, Telmex se fue encumbrando como un monopolio que le permitió, durante más de dos décadas, cobrar tarifas de interconexión elevadas a sus rivales y ofrecer servicios de telefonía muy costosos a los usuarios, según el estudio ‘Desigualdad extrema en México. Concentración del poder económico y político’, publicado por la organización Oxfam México y escrito por el economista Gerardo Esquivel, hoy subgobernador del Banco de México.
En su análisis, Esquivel refiere un estudio de la OCDE de 2012, que concluye que entre 2005 y 2009, el monopolio de telecomunicaciones de Carlos Slim se tradujo en una pérdida de bienestar superior a los 129,000 millones de dólares para los mexicanos, que representa alrededor de 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB) por año.
El estudio evidencia que el pobre desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones en México en esos años obedecía a dos fenómenos: por un lado, a la falta de competencia y, por otro, a la alta concentración del mercado en el marco de un sistema legal abiertamente disfuncional.
“El ascenso se dio a costa de los consumidores mexicanos, quienes durante años pagaron tarifas telefónicas muy por encima de lo que habrían pagado en un contexto competitivo o adecuadamente regulado”, señaló Esquivel en su análisis de 2015, un año después de la entrada en vigor de la reforma en telecomunicaciones.
Asimismo, Esquivel plantea que la debilidad de las instituciones mexicanas contribuyó a la agudización de la desigualdad imperante en el país.
Osorno tiene su propia opinión sobre lo que es Slim: un personaje contradictorio.
“Alguien que representa esta violencia de nuestro sistema, es al mismo tiempo una persona muy ‘campechana’, muy austera, de un trato bastante afable, comprometida con la historia del país. Creo que esa contradicción es una que yo noté en todo el proceso de investigación”.
Slim, como un personaje interesante para muchos, rompe con el estereotipo del oligarca mexicano, que se suele ver siempre de manera muy puntual, como alguien sumamente despótico, derrochador y quizá excéntrico. “Es lo que yo resaltaría de Slim”, agrega.
Esta misma personalidad también refleja en él un empuje insaciable por seguir haciendo negocios. El 26 de marzo de 2019, el presidente López Obrador, en una de sus conferencias de prensa matutinas, informó que Slim le había confiado su retiro.
“Él quiere terminar su vida empresarial ayudando al crecimiento económico y al bienestar durante este sexenio. Esto fue lo que me ofreció, quiere retirarse y quiere hacerlo en este sexenio”, dijo.
Osorno tiene sus reservas ante cualquier anuncio de retiro y tampoco cree que sea el último sexenio del ‘ingeniero’, como se le conoce en la vida pública. Incluso lo ve como una táctica.
Cuenta que en alguna ocasión entrevistó a Bernardo Gómez, hoy vicepresidente de Grupo Televisa: “Me decían que habían notado que era una táctica del ingeniero al anunciar que se retiraba y que ya no estaba atento, pero para que su entorno se relajara y no lo viera como la figura amenazante que suele ser, por el tamaño de su fuerza económica. En realidad no era así”.
Hace cinco años, cuando Slim tenía 75, Osorno le hizo la pregunta. ¿Por qué no retirarse?
Él contestó:
Reportera: Itzel Castañares
Editora: Jimena Tolama | Diseño: Cristian Laris | Video: Israel Águila