13 de septiembre 2021 | 5:00 am

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) tendrá mayores retos en el 2022 como aumentar la recaudación, ampliar la base de contribuyentes y  combatir la evasión y elusión fiscal. Sin embargo, estas metas deberá lograrlas con un recorte en su presupuesto.

La oficina a cargo de Raquel Buenrostro tendría un presupuesto de 12,852.9 millones de pesos en 2022, una reducción de 0.18%, en términos reales y respecto a lo aprobado en 2021, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, presentado por la Secretaría de Hacienda.

Ha sido la tónica del gobierno a pesar de que las metas del SAT se han incrementado y no es necesariamente lo óptimo. La realidad es que cada peso gastado en el SAT, sobre todo en los últimos dos años, parece que ha sido muy rentable en el sentido estricto de que la recaudación ha mejorado

dijo en entrevista con El CEO, el subdirector de análisis económico de CI Banco, James Salazar

Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo, el SAT tuvo un recorte de 12.70% en su presupuesto de 2019; mientras que en el 2020 aumentó 2.93%, y en 2021 apenas creció 0.68%.

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Reducir el presupuesto del SAT pudiera resultar en algún momento contraproducente porque se tiene el plan de no subir impuestos, con lo que estás cargando todo el trabajo a reducir la evasión, elusión y ampliar el número de contribuyentes, agregó el analista de CI Banco.

Expectativas de ingresos y recaudación tributaria

Si bien la reducción al presupuesto no es sustancial, los objetivos del gobierno son ambiciosos, pues tiene la misión de aumentar los ingresos en 12.58% real, hasta 7.1 billones de pesos el siguiente año.

De este monto, el SAT va por 3.9 billones de pesos, una recaudación 6.4% mayor en términos reales y respecto a lo que se espera obtener en este año, con lo que la mano de hierro de Buenrostro pesará aún más para los contribuyentes. 

Suena lógico y ahora esperan que la economía esté más abierta, la población vacunada (…) Aunque creo que ahí está un problema, esos 7.1 billones de pesos dependerán del crecimiento y la variable del 4.1% está fuera del rango de Banxico (3%) y solo converge a la del FMI (4.2%)

planteó el profesor del Tecnológico de Monterrey, Pablo López Sarabia

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La gran misión del SAT

Todo parte de la gran misión del SAT de eficientar el presupuesto y aplicar el régimen de confianza que busca simplificar el pago de impuestos de aquellos contribuyentes con menores ingresos que, de acuerdo con Hacienda son los que enfrentan mayores costos en el régimen actual.  

Entre los objetivos que tiene el SAT con este régimen de confianza figura el aumento en la base de contribuyentes de entre 20 y 30%, es decir, aproximadamente de 20 a 23 millones de contribuyentes más. 

Para personas físicas, este régimen “busca otorgar una manera sencilla, rápida y eficaz en el pago de las contribuciones” sin que sea necesario el apoyo de terceros y se utilice como principal eje el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) a fin de automatizar el cálculo de los impuestos. 

Hacienda argumenta que con este régimen se aplicarán tasas impositivas mínimas de manera progresiva, las cuales pueden ser del 1% cuando los ingresos anuales no sean mayores a 300,000 pesos o aplicando una tasa máxima de 2.5% para quienes obtengan ingresos de 2.5 millones y hasta 3.5 millones de pesos anuales. 

Al cierre del 2020, había 79.8 millones de contribuyentes, de los cuales, 12.5 millones son personas físicas y de este rubro, 10.2 millones obtienen ingresos menores a los 3.5 millones de pesos anuales.

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Respecto a las personas morales —constituido por personas físicas— el nuevo régimen beneficiaría a quienes tengan ingresos que no excedan los 35 millones de pesos anuales, lo que equivale a alrededor del 96% del total de los contribuyentes de personas morales.

Esto, debido a que el 99.8% de los establecimientos del país son micro, pequeños o medianos y presentan mayores cambios en su actividad, respecto a las grandes empresas. 

Se les permitirá tributar con base en los ingresos efectivamente recibidos, en lugar de los devengados, para darles mayor liquidez. Se les otorgará el beneficio de una depreciación más acelerada que la del régimen general, a fin de fomentar la inversión, la creación de empleo y una recuperación económica más rápida en 2022,

indicó Hacienda

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