1 de octubre 2021 | 5:00 am

Fue en junio de este año cuando el discurso de una “inflación transitoria” empezó a tener lugar en los anuncios de política monetaria de Banco de México (Banxico), pero ante el inminente aumento de los precios, el discurso se empezó a difuminar y la Junta de Gobierno decidió reaccionar.  

Todo indica que la evolución reciente de la inflación no es transitoria y llegó para quedarse —por lo menos hasta 2023—, pues Banxico prevé que en el cuarto trimestre de este año se ubique en 6.2%, por encima del 5.7% estimado previamente.

Uno de los riesgos al alza sobre la inflación, citado por Banxico en su anuncio fue la “persistencia en la inflación subyacente”, que ha sido desde hace tiempo el elemento que ha ejercido más presión, consideró el director de Análisis Económico de Black Wallstreet Capital, Amín Vera.

El más estructural es el de la inflación subyacente. Durante los últimos meses Banxico estuvo muy metido en el discurso de que la inflación es transitoria, pero los datos del Inegi mostraron que siempre era el factor subyacente (…) que no es transitoria. Esto se debe a un aumento estructural, no a cuestiones de calendario,

dijo Vera

Las situaciones entre la economía estadounidense —cuyo discurso de la Fed sobre la transitoriedad inició el 16 de junio— y la mexicana son distintas, y la presión en los precios orilló a Banxico ajustar la tasa de referencia del 4% al 4.75% actual.

“Si bien se prevé que los choques que han incidido en la inflación sean transitorios, por la diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que la han afectado, pueden implicar riesgos para la formación de precios y las expectativas de inflación”, dijo Banxico en su anuncio del jueves. 

Con este panorama los agentes de la economía tendrán que convivir hasta el tercer trimestre de 2023, cuando la tasa de inflación general esté 3.5% e inicie a converger a la meta de 3% de Banxico. 

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Los otros factores

Además de la persistencia en la inflación subyacente, el banco que dirige Alejandro Díaz de León destacó como riesgos a la alza las presiones inflacionarias externas, presiones de costos, la depreciación cambiaria y aumentos de precios agropecuarios.

Todos estos elementos terminarán por afectar la recuperación de la economía, planteó el economista en jefe para Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada. 

La inflación (para el cierre del año) no va a bajar del 5%, se mantendrá por un buen periodo en ese nivel. Si continúan estas presiones definitivamente no descarto que Banxico vuelva a aumentar la tasa, pero estamos lejos de una inflación galopante,

apuntó el analista

Referente a la depreciación del tipo de cambio, Calzada precisó que va de la mano de los factores externos y correlacionado a la Fed con el alza de tasas y el recorte a la compra de bonos, mejor conocido como ‘tapering’. 

“Si comenzamos a ver una disminución importante en tapering y un aumento en tasas de interés, que es muy viable, eso definitivamente va a presionar al tipo de cambio aunque actué Banxico, está muy correlacionado con lo que pasa en ese país”, sostuvo Calzada Díaz.

Banxico ante otros bancos

La Fed abrió la llave a una normalización de tasas para finales de 2022 y los bancos centrales han ido ajustando su política monetaria, que en el caso de Banxico frente a otras economías del continente no termina por ser un punto de comparación, coincidieron Vera y Calzada. 

Por ejemplo, en Brasil la inflación se ubicó en 9.68% anual en agosto y con una tasa de referencia en 6.25% y hacia el cierre del año el propio banco central no descarta que la tasa se ubique en 8.50%.

“La inflación en Brasil va a cerrar en 12%, el doble que en México. Brasil es un mercado menos desarrollado y más dependiente de las materias primas (…) y con Chile tampoco es comparable; es un mercado pequeño y dependiente de materias primas”, consideró Vera. 

En Chile, la inflación es de 4.5% y una tasa de 1.5%, lo que daría espacio a su banco central, pero de igual forma son condiciones distintas, planteó Calzada. 

“Tienen un mayor margen. Las tasas son en proporción a la prima de riesgo de cada país, pero están en una situación similar a la de México”, dijo el analista de Rankia.

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