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Mientras las expectativas y las dudas sobre la aportación de la refinería Olmeca crecen, los ‘arquitectos’ de esta obra siguen liderando el avance.
Rocío Nahle, actual secretaria de Energía, y Leonardo Cornejo Serrano, jefe del proyecto de Dos Bocas, son los personajes clave de este megaproyecto.
Nahle es ingeniera química por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y tiene especialidad en Petroquímica y dos diplomados; uno en Ingeniería Química de procesos por la Universidad Nacional Autónoma de México y el otro en Viabilidad económica en procesos Industriales por la Universidad Veracruzana.
La funcionaria inició su carrera laboral en los complejos Petroquímicos de Pajaritos, Cangrejera y Morelos de Pemex, donde se desempeñó en las áreas administrativas, financieras, de procesos, planeación y control de calidad. Además, trabajó en Industrias Resistol.
En los Foros de la Reforma Energética 2008 y 2013 del Senado, la secretaria fue ponente en la discusión sobre petrolíferos y petroquímicos, donde mostró la coincidencia con el presidente López Obrador de la soberanía energética.
Leonardo Cornejo Serrano se desempeñó como coordinador de proyectos de modernización de Pemex y fue señalado por aceptar sobornos y entregar sin licitación distintas obras de aprovechamiento de aguas residuales de la refinería de Tula a Odebrecht, de acuerdo con información de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
La constructora brasileña demandó a Pemex el pago de 1,878 millones de pesos por la rescisión del contrato de esas obras, y en ese reclamo señaló a Leonardo Cornejo, quien junto con otros 21 exfuncionarios de la petrolera fue citado por la Fiscalía General de la República como parte de la investigación.
En julio del 2020, el presidente López Obrador dijo que si se aprobara alguna responsabilidad a Cornejo –quien también se desempeñó como subdirector de Pemex Transformación Industrial– tendría que dejar su cargo en Dos Bocas, lo cual no afectaría la construcción de la nueva planta.
Mientras las expectativas y las dudas sobre la aportación de la refinería Olmeca crecen, los ‘arquitectos’ de esta obra siguen liderando el avance.
Rocío Nahle, actual secretaria de Energía, y Leonardo Cornejo Serrano, jefe del proyecto de Dos Bocas, son los personajes clave de este megaproyecto.
Nahle es ingeniera química por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y tiene especialidad en Petroquímica y dos diplomados; uno en Ingeniería Química de procesos por la Universidad Nacional Autónoma de México y el otro en Viabilidad económica en procesos Industriales por la Universidad Veracruzana.
La funcionaria inició su carrera laboral en los complejos Petroquímicos de Pajaritos, Cangrejera y Morelos de Pemex, donde se desempeñó en las áreas administrativas, financieras, de procesos, planeación y control de calidad. Además, trabajó en Industrias Resistol.
En los Foros de la Reforma Energética 2008 y 2013 del Senado, la secretaria fue ponente en la discusión sobre petrolíferos y petroquímicos, donde mostró la coincidencia con el presidente López Obrador de la soberanía energética.
Leonardo Cornejo Serrano se desempeñó como coordinador de proyectos de modernización de Pemex y fue señalado por aceptar sobornos y entregar sin licitación distintas obras de aprovechamiento de aguas residuales de la refinería de Tula a Odebrecht, de acuerdo con información de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
La constructora brasileña demandó a Pemex el pago de 1,878 millones de pesos por la rescisión del contrato de esas obras, y en ese reclamo señaló a Leonardo Cornejo, quien junto con otros 21 exfuncionarios de la petrolera fue citado por la Fiscalía General de la República como parte de la investigación.
En julio del 2020, el presidente López Obrador dijo que si se aprobara alguna responsabilidad a Cornejo –quien también se desempeñó como subdirector de Pemex Transformación Industrial– tendría que dejar su cargo en Dos Bocas, lo cual no afectaría la construcción de la nueva planta.
El sector petrolero tiene un gran peso en las finanzas públicas del país, aunque ha perdido relevancia en los últimos años.
La mayor participación se dio en el 2008, cuando la venta petrolera aportó a las arcas del gobierno el 43% de los ingresos totales; mientras que en el primer cuatrimestre de 2022, los ingresos petroleros contribuyeron con 18.3%.
Entonces, la construcción de la refinería será otra carga financiera para los mexicanos, destacó Héctor Villarreal, profesor del Tecnológico de Monterrey y ex director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Expuso que el gobierno nunca presentó de manera pública un plan financiero de Dos Bocas y que la forma en la que se construyó el proyecto muestra más intenciones políticas que económicas.
“Alguien pudiera decir: es un proyecto de Pemex, quien tiene sus propias finanzas, sin embargo, las inversiones y finanzas de la petrolera están subsidiadas por el gobierno y el dinero del gobierno es de los contribuyentes”, mencionó.
Los recursos invertidos en Dos Bocas tienen un costo de oportunidad, pues no es el mejor uso de ese dinero, destacó.
Si bien la refinería Olmeca, en Dos Bocas, se inaugurará sin estar habilitada al 100%, será una de las obras insignia de López Obrador que más que darle la soberanía energética al país, dejará un alto costo que terminarán pagando los mexicanos.