5 de octubre 2022 | 5:00 am

 

El escenario de la segunda mitad del 2022 para la economía mexicana se visualiza depresivo o al menos así lo demuestran los indicadores que buscan anticipar el comportamiento de la actividad económica, previendo que la recuperación plena tardará en llegar.

Recientemente el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reveló que en el octavo mes del 2022 se registraría una disminución de 0.03%.

Este descenso significaría que en los últimos cuatro meses solamente se registró un crecimiento en julio de 0.45%.

IOAE

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Fase recesiva

Mientras el Indicador Adelantado, que pretende anticipar los ciclos económicos, siguió en una fase recesiva, ya que en agosto se ubicó en 99.59 puntos, dando una caída de 0.29 puntos mensuales, lo que representó 13 meses a la baja al hilo, y situándose por segunda vez consecutiva por debajo de su tendencia de largo plazo (100 puntos).

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En ambos indicadores, la economía mexicana se encuentra en un estado de depresión, lo cual la aleja de sus niveles prepandemia.

En el caso del IOAE, sus 111.45 puntos en agosto resultaron 1.59% menores respecto a igual mes del 2019, previo a la llegada del COVID-19. Para el Indicador Adelantado, la contracción fue de 0.27%.

Factores determinantes

La mayoría de los factores que provocan la fase depresiva de la actividad económica de México proviene del exterior, aunque no existe una política pública que revierta o minimice los efectos.

Por ejemplo, la invasión rusa en Ucrania eleva los precios internacionales de algunas materias primas, lo cual provoca que se disparen los precios al consumidor en el territorio nacional.

La inflación anual en México llegó a 8.70% en agosto, el mayor nivel en más de 21 años, entorno que provocó el ciclo alcista de la tasa de política monetaria.

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El gobierno federal lanzó en los primeros días de mayo pasado el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), con el objetivo de bajar el precio de 24 productos de la canasta alimentaria.

No obstante, los resultados no se obtuvieron, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador y la Iniciativa Privado anunciaron el PACIC 2.0, cuya finalidad es bajar en 8% el precio de dicha canasta.

Ciclo de alzas

A fin de controlar los altos niveles inflacionarios, el Banco de México (Banxico) subió hasta 9.25% la tasa de referencia objetivo, lo cual provoca desaceleración de la demanda al encarecer los financiamientos al consumo.

De hecho, en los componentes del Indicador Adelantado se observa que la tasa de política monetaria es el mayor obstáculo de la economía mexicana.

El subíndice de la tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE), que aumentó 0.31 puntos en agosto pasado, mostró 17 meses seguidos con alzas, pero se interpreta, al igual que el tipo de cambio, a la inversa del comportamiento de la actividad económica al restar al PIB.

Otros factores que deprimen a la economía del país son los confinamientos en China que provocan disrupciones en las cadenas de suministro globales y la incertidumbre sobre el endurecimiento monetario por parte de la Reserva Federal (Fed) para revertir los elevados niveles inflacionarios en Estados Unidos.

En el IOAE, la contracción de 0.03% de la actividad económica del país proviene de las caídas de 0.06% de las actividades secundarias, impactadas por la baja demanda en Estados Unidos, y de 0.03% de las actividades terciarias, las cuales resienten la elevada inflación y las alzas en las tasas de interés que merman el consumo.

 

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