El Reino Unido y Rusia han entrado en recesión, así lo indican los últimos datos presentados por las autoridades de economía de cada país, esto se da por una elevada inflación en la zona, así como la crisis en Ucrania.
Por su parte, Reino Unido entró en recesión y su PIB caerá 1.4% en 2023, confirmó el ministro Jeremy Hunt citando datos de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR).
De acuerdo con el Banco de Inglaterra, esta recesión podría durar hasta mediados de 2024 y ser la más larga de la historia británica.
Para sanear las finanzas públicas, Hunt anunció medidas que en los próximos cinco años deben aportar 30,000 millones de libras en recortes de gasto y 25,000 millones en impuestos adicionales.
Entre ellos, a partir del 1 de enero se incrementará del 25% al 35% el impuesto a beneficios excepcionales de las petroleras, que se prologará tres años hasta 2028.
La divisa británica cayó con fuerza frente al dólar tras la presentación de este “presupuesto de otoño”.
Reino Unido busca dar al mundo confianza
Hunt buscaba tranquilizar a los mercados sobre la fiabilidad del Reino Unido, tras el caos provocado por las políticas ultraliberales anunciadas en septiembre por el gobierno de la efímera Liz Truss.
Este presentó un plan que combinaba importantes subvenciones a la energía con fuertes bajadas de impuestos sin más financiación que engordar la ya muy abultada deuda pública británica.
Designado en octubre para reemplazar a Truss, expulsada del poder al cabo de mes y medio, el también conservador Rishi Sunak prometió corregir sus “errores”.
El Reino Unido ve regresar una austeridad comparable a la adoptada tras la crisis bancaria de 2008, cuyas consecuencias aún se sienten, especialmente en la sanidad pública.
También dedicará 8,000 millones de libras adicionales a la deprimida sanidad pública y 2,300 millones a la educación. El resto de ministerios verán por el contrario limitado su gasto pese a la inflación.
Antes de finalizar 2022 Reino Unido y Rusia entran en recesión
Pool CEO
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17 de noviembre 2022 | 10:58 am
El Reino Unido y Rusia han entrado en recesión, así lo indican los últimos datos presentados por las autoridades de economía de cada país, esto se da por una elevada inflación en la zona, así como la crisis en Ucrania.
Por su parte, Reino Unido entró en recesión y su PIB caerá 1.4% en 2023, confirmó el ministro Jeremy Hunt citando datos de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR).
De acuerdo con el Banco de Inglaterra, esta recesión podría durar hasta mediados de 2024 y ser la más larga de la historia británica.
Para sanear las finanzas públicas, Hunt anunció medidas que en los próximos cinco años deben aportar 30,000 millones de libras en recortes de gasto y 25,000 millones en impuestos adicionales.
Entre ellos, a partir del 1 de enero se incrementará del 25% al 35% el impuesto a beneficios excepcionales de las petroleras, que se prologará tres años hasta 2028.
La divisa británica cayó con fuerza frente al dólar tras la presentación de este “presupuesto de otoño”.
Reino Unido busca dar al mundo confianza
Hunt buscaba tranquilizar a los mercados sobre la fiabilidad del Reino Unido, tras el caos provocado por las políticas ultraliberales anunciadas en septiembre por el gobierno de la efímera Liz Truss.
Este presentó un plan que combinaba importantes subvenciones a la energía con fuertes bajadas de impuestos sin más financiación que engordar la ya muy abultada deuda pública británica.
Designado en octubre para reemplazar a Truss, expulsada del poder al cabo de mes y medio, el también conservador Rishi Sunak prometió corregir sus “errores”.
El Reino Unido ve regresar una austeridad comparable a la adoptada tras la crisis bancaria de 2008, cuyas consecuencias aún se sienten, especialmente en la sanidad pública.
También dedicará 8,000 millones de libras adicionales a la deprimida sanidad pública y 2,300 millones a la educación. El resto de ministerios verán por el contrario limitado su gasto pese a la inflación.
Rusia entra en recesión, con caída trimestral de 4% del PIB
En ese sentido, Rusia entró oficialmente en recesión tras una caída del 4% de su PIB en el tercer trimestre de este año, según una primera evaluación de la agencia de estadísticas rusa Rostat publicada este miércoles.
Dicho retroceso del PIB entre julio y septiembre, que siguió una tendencia parecida a la del segundo trimestre (-4.1%), reflejó el impacto de las sanciones occidentales contra Rusia, aplicadas tras la intervención militar del ejército ruso en Ucrania.
Los analistas preveían, sin embargo, una caída más importante del PIB, de alrededor del 4.5%.
Esta recesión estuvo provocada por la disminución del comercio mayorista (-22.6%), del comercio minorista (-9.1%), del flete (-5.5%) y de la industria manufacturera (-2%).
Rusia ya había sufrido una recesión económica entre 2020 y principios de 2021 a causa de la pandemia del COVID-19.
Su PIB aumentó un 3.5% en el primer trimestre de 2022, pero el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania el 24 de febrero desembocó en una oleada de sanciones que debilitaron la economía del país.
El Banco Central ruso prevé que el PIB caiga un 3.5% en el conjunto de 2022, lo que representaría un retroceso importante, pero mucho menor a las previsiones catastróficas realizadas en marzo.
Por su parte, el FMI y el Banco Mundial también prevén una recesión parecida de la economía rusa, de -3.4% y -4.5% respectivamente.
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