12 de agosto 2019 | 5:00 am
El proyecto del Tren Maya sigue avanzando hacia su materialización. Con la primera licitación otorgada se encuentra más cerca de iniciar la construcción de las obras físicas, aunque durante la marcha se han hecho ajustes al proyecto.
Durante la etapa de campañas políticas, en el documento ‘Proyecto alternativo de nación’, el Tren Maya se concebía como un proyecto turístico. Poco más de un año después de la elección se cambió la longitud del trazo, el uso turístico y algunas especificaciones técnicas continúan sin definirse.
“Se trata de una vía ferroviaria con un tren de mediana velocidad (130 km/hora aproximadamente) que comunique efectiva y rápidamente varias ciudades muy importantes de la cultura maya en el sur de la Península de Yucatán”, ndicaba el proyecto alternativo.
En total serían 830 kilómetros de vía férrea.
Una vez en el cargo, López Obrador aumentó la distancia que recorrería el tren turístico a 1,500 kilómetros. Sin embargo, durante la presentación del proyecto en junio en Tulum, Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) comentó que el trazo fue ajustado.
“Se hizo un ajuste importante al tren, con el cual quien indudablemente sale ganando es el municipio de Tulum. La ruta que va de Yucatán tendrá que pasar por Cobá y Tulum y pasar al norte por Playa del Carmen y los demás municipios. La joya de la corona que es Tulum será un paso obligado hacia el norte” destacó. Con esa modificación el trazo completo comprende 1,470 kilómetros.
No sólo turistas
Se dijo sobre el Tren Maya que será un recorrido turístico, pero las autoridades correspondientes se han referido a este como un proyecto de desarrollo urbano integral.
La primera razón es que lo ven como una oportunidad para el ordenamiento territorial y urbano de las zonas en las que el proyecto tiene impacto, de manera que han involucrado fuertemente a otras instancias en el proyecto, así como a organizaciones internacionales.
Es el caso de ONU Hábitat, que ha dispuesto de un comité técnico para acompañar las intervenciones dentro de las comunidades.
El segundo motivo es que ya no considera los ingresos por turistas como la principal fuente de ingreso.
Durante el evento de presentación del equipo técnico de la ONU Hábitat, Jiménez Pons informó que se estaba evaluando que en el trayecto Tulum- Cancún- Playa del Carmen se habilitara para transporte urbano subsidiado. Además señaló que se estima que entre el 60% y 70% de los ingresos provengan del transporte de carga.
“Queremos que los locales tengan el precio más barato posible. En la parte turística vamos a precios de mercado, algunos trenes como el Cusco demuestran que si hay capacidad para generar buenos ingresos. La carga puede representar entre el 60 y 70% de los ingresos totales para cuestiones de amortización y operación del tren”, dijo Pons.
Agregó que siguen existiendo detalles del proyecto que serán definidos una vez que concluyan los estudios que están en marcha como el de costo beneficio a cargo de PwC y los que generará el consorcio conformado por Key Capital, Senermex, Daniferrotools y Geotecnia y supervisión técnica, ganadores de la primera licitación del Tren.
De acuerdo con las estimaciones, los estudios del consorcio ganador, se demorarán aproximadamente ocho meses, tiempo durante el cual se harán las consultas locales necesarias para poder dar inicio a las obras físicas durante el primer trimestre del 2020.
Del dicho al hecho: así ha cambiado el proyecto del Tren Maya
Liz Cervantes
liz.cervantes@elceo.com
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12 de agosto 2019 | 5:00 am
El proyecto del Tren Maya sigue avanzando hacia su materialización. Con la primera licitación otorgada se encuentra más cerca de iniciar la construcción de las obras físicas, aunque durante la marcha se han hecho ajustes al proyecto.
Durante la etapa de campañas políticas, en el documento ‘Proyecto alternativo de nación’, el Tren Maya se concebía como un proyecto turístico. Poco más de un año después de la elección se cambió la longitud del trazo, el uso turístico y algunas especificaciones técnicas continúan sin definirse.
“Se trata de una vía ferroviaria con un tren de mediana velocidad (130 km/hora aproximadamente) que comunique efectiva y rápidamente varias ciudades muy importantes de la cultura maya en el sur de la Península de Yucatán”, ndicaba el proyecto alternativo.
En total serían 830 kilómetros de vía férrea.
Una vez en el cargo, López Obrador aumentó la distancia que recorrería el tren turístico a 1,500 kilómetros. Sin embargo, durante la presentación del proyecto en junio en Tulum, Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) comentó que el trazo fue ajustado.
“Se hizo un ajuste importante al tren, con el cual quien indudablemente sale ganando es el municipio de Tulum. La ruta que va de Yucatán tendrá que pasar por Cobá y Tulum y pasar al norte por Playa del Carmen y los demás municipios. La joya de la corona que es Tulum será un paso obligado hacia el norte” destacó. Con esa modificación el trazo completo comprende 1,470 kilómetros.
No sólo turistas
Se dijo sobre el Tren Maya que será un recorrido turístico, pero las autoridades correspondientes se han referido a este como un proyecto de desarrollo urbano integral.
La primera razón es que lo ven como una oportunidad para el ordenamiento territorial y urbano de las zonas en las que el proyecto tiene impacto, de manera que han involucrado fuertemente a otras instancias en el proyecto, así como a organizaciones internacionales.
Es el caso de ONU Hábitat, que ha dispuesto de un comité técnico para acompañar las intervenciones dentro de las comunidades.
El segundo motivo es que ya no considera los ingresos por turistas como la principal fuente de ingreso.
Durante el evento de presentación del equipo técnico de la ONU Hábitat, Jiménez Pons informó que se estaba evaluando que en el trayecto Tulum- Cancún- Playa del Carmen se habilitara para transporte urbano subsidiado. Además señaló que se estima que entre el 60% y 70% de los ingresos provengan del transporte de carga.
“Queremos que los locales tengan el precio más barato posible. En la parte turística vamos a precios de mercado, algunos trenes como el Cusco demuestran que si hay capacidad para generar buenos ingresos. La carga puede representar entre el 60 y 70% de los ingresos totales para cuestiones de amortización y operación del tren”, dijo Pons.
Agregó que siguen existiendo detalles del proyecto que serán definidos una vez que concluyan los estudios que están en marcha como el de costo beneficio a cargo de PwC y los que generará el consorcio conformado por Key Capital, Senermex, Daniferrotools y Geotecnia y supervisión técnica, ganadores de la primera licitación del Tren.
De acuerdo con las estimaciones, los estudios del consorcio ganador, se demorarán aproximadamente ocho meses, tiempo durante el cual se harán las consultas locales necesarias para poder dar inicio a las obras físicas durante el primer trimestre del 2020.
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Liz Cervantes
liz.cervantes@elceo.com
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