Se acercan a ti, se quieren hacer tus amigos, te escuchan, se involucran en tu vida  y una vez que detectan una pizca de vulnerabilidad, te ofrecen la “oportunidad” de tu vida para ganar dinero, pero antes de saborear las “jugosas” ganancias debes “cooperar” con una cantidad e invitar a más personas.

Pasan los días y no percibes las ganancias que te prometieron, las personas que invitaste comienzan a reclamarte y no sabes qué decir, pues ni tú has logrado recuperar el desembolso que hiciste la primera vez. Es entonces cuando detectas que te defraudaron bajo un esquema piramidal.

Gibrany, un joven de 25 años, platica que durante su etapa final de estudiante cayó en una estafa, pues en ese momento vio una buena oportunidad de ganar un dinero extra. El “gancho” fue con un folleto que dejaron justo en la puerta de su casa en el que se leía la frase “gana 1,900 pesos a la semana”. 

Al ponerse en contacto, le dieron la dirección para tomar una capacitación de tres días para un empleo, que según él, parecía sencillo: armar maquetas y bolsas. Fue al segundo día que se dio cuenta del modus operandi.

“Lo malo empezó en el segundo día de capacitación cuando nos pidieron un pago de 200 pesos para garantizar tu lugar en la empresa. De repente empezaron a decirnos que el modelo de negocio sí es armar maquetas y bolsas, pero también empezar a reclutar gente. Entre más gente reclutaras, más ingresos recibías”, dijo en entrevista con EL CEO.

Desafortunadamente, esta situación también arrastró a su pareja. Para contratarlos, les pidieron vender 10 perfumes en un día y, una vez dentro, hicieron su primera maqueta, por la que únicamente les pagaron 20 pesos a cada uno. Al cabo de una semana decidieron salir sin el reembolso de su dinero ni los 1,900 pesos que les habían prometido.

Los esquemas piramidales no son algo nuevo, pues tienen su origen a principios del siglo pasado. Uno de los casos más recordados es el de Charles Ponzi, que en 1920 estafó a más de 10,000 personas de Nueva Inglaterra, Estados Unidos, al ofrecerles invertir en un negocio con rendimientos considerables.

Desde entonces, las estafas han sucedido en todo el mundo prometiendo ganancias exageradas en dólares, criptomonedas o algún otro activo, como el famoso inversionista y financiero estadounidense Bernard Madoff, quien fue detenido en 2008, acusado de una estafa multimillonaria empleando un sistema del tipo Ponzi, es decir usaba el dinero de los inversionistas nuevos para pagarle a los primeros, como sucede en las pirámides.

Pero no todas las estafas piramidales utilizan métodos sofisticados para captar recursos de las personas acomodadas en el nivel socioeconómico más alto; incluso, algunos criminales se aprovechan de la vulnerabilidad de las personas con métodos más rústicos.

Tal como le sucedió a Daniel, otro joven mexicano que entró a una empresa multinivel, en este caso con presencia en varios países. En este esquema los asociados son retribuidos no solo por las ventas que generan, sino también por las que realizan las personas que forman parte de su estructura organizativa o red. 

“Eso fue cuando tenía 14 o 15 años, yo estaba terminando segundo de secundaria y empezando tercero. Un amigo que conocí fue el que entró primero, después de eso nos empezamos a llevar bien y un día me invitó”, contó.

Su inversión inicial fue de 2,500 pesos y posteriormente una de 550 pesos. Nunca recuperó lo que gastó en los seis meses que estuvo reclutando gente. Casi a su salida le dijeron que tenía la opción, además del reclutamiento, de vender productos como jugo de mangostán, una proteína y una bebida energética.

Los afectados refieren que la falta de claridad y transparencia es común. Estas organizaciones te invitan para realizar determinadas actividades, pero al final te presionan para reclutar más personas, ya que esto beneficia a quienes están en lo más alto de la pirámide.

La receta es fácil: Altos intereses sin riesgo y con rendimientos garantizados; cuando no hay supervisión de autoridades financieras o autorización para ese negocio, y al diversificar, aunque suene muy atractivo, no poner todo el dinero en una sola cosa, dijo Bernardo González, expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Además de los esquemas piramidales, en México existen diversos tipos de fraudes financieros como los créditos exprés, el ahorro informal, el trashing, alteración de cheque, el “tallado” de tarjetas, clonación de tarjetas y fraudes cibernéticos, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

A fin de evitar caer en estos esquemas, que han ido creciendo a lo largo y ancho del mundo, la Condusef recomienda verificar que el dinero se deposite en instituciones que estén debidamente autorizadas, reguladas y que cuenten con el seguro de depósito. 

Estas entidades pueden consultarse en la página de Sistema de Riesgos de Prestadores de la Condusef.

Aunque la Condusef y la CNBV ponen en marcha constantemente campañas de información para prevenir a los mexicanos sobre las estafas, sus esfuerzos son limitados, pues la ley establece que solo podrán actuar cuando los defraudadores sean entidades reguladas. 

Por ello, es difícil que las personas afectadas recuperen su dinero si lo depositaron en vehículos de inversión informal; sin embargo, las personas pueden detectar ciertas señales para confirmar cuando se trata de una estafa y así evitar caer en pirámides.

Para Jesús Chávez, director de análisis de servicios y productos financieros de Condusef, son las personas más cercanas las que aprovechan los momentos de vulnerabilidad de sus conocidos para invitarlos a estos esquemas.

“Te tienes que hacer la pregunta: ¿cómo conociste a la persona? (y las condiciones económicas en las que se encuentra), ya eso habla de que seguramente en algún momento va a colapsar la pirámide y probablemente lo haga en el momento en que tú te encuentres”, dijo.

Itzel fue otra víctima de los esquemas piramidales. Cuenta que hace poco más de un año, a través de una amiga, la agregaron a un grupo de apoyo para mujeres en WhatsApp. La líder era una psicóloga, la cual realizaba sesiones virtuales en las que hablaba de feminismo y el empoderamiento de la mujer y fue en la tercera reunión que comenzó a detectar que se trataba de “la flor de la abundancia”.

“Dijeron ‘vamos a hacer un tipo ahorro, te vamos a pedir dinero, lo vamos a juntar, se multiplica el dinero, después tienes que traer a dos personas más para que se siga multiplicando hasta que te toque a ti’”, contó.

A ella le pidieron una inversión inicial de 5,000 pesos, con la promesa de regresarle 20,000 al cabo de unos meses. Gracias a las advertencias de su familia, Itzel salió del grupo y pudo evitar caer en una posible estafa.

La “flor de la abundancia” ganó popularidad en la última década sobre todo en grupos de Facebook. A pesar de las advertencias de la CNBV sobre la insostenibilidad de este esquema, sigue cobrando víctimas. 

En una de sus modalidades más populares, “la flor de la abundancia” se componía de grupos de 16 personas, divididas en 5 niveles. El nivel más alto, o el centro de la flor, es la persona que recibirá todo el dinero. Esta invita a otras dos a unirse, quienes a su vez deben conseguir a otras dos personas y esperar a que el centro salga de la pirámide para cobrar.

Gaby, vivió la misma situación que Itzel, pues hace casi cinco años, le pidieron 28,000 pesos para ingresar, una cantidad que, según le dijeron, se duplicaría mientras fuera escalando de nivel. Al final, Gaby también decidió salir antes de perder dinero.

Un común denominador que experimentaron Gaby e Itzel es que las dos necesitaban dinero en el momento en que las invitaron. En ambos casos las presionaron, al punto de hacerlas sentir mal por “no ser exitosas y no aspirar a más”.

“Este chantaje de ‘claro, no tienes dinero y eso es un pretexto para no ser abundante porque podrías conseguir, ¿cuánto te gastas en un café? Es este tema de hacerte un poco sentir como mediocre por no ser millonaria”, refirió Gaby.

La incidencia de fraudes aumentó a raíz de la irrupción de la pandemia de COVID-19 debido a que muchas personas perdieron su trabajo.

Durante 2020, el segundo delito más practicado en el país fue el fraude, el cual incluye el bancario y al consumidor, con un incremento significativo respecto al año previo, facilitado por los avances tecnológicos y la digitalización durante la pandemia.

En total se contabilizaron 5.3 millones fraudes, lo cual representa 5,904 fraudes por cada 100,000 habitantes, según muestra la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) que presentó el Inegi en septiembre pasado, mientras que en 2019 se registraron 5,089 fraudes por cada 100,000 habitantes.

Por entidad federativa, 13 estados registraron el fraude como su delito más frecuente: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, Colima, Aguascalientes, Querétaro, Tlaxcala, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

En 43.4% de los casos en todo el país, el fraude se realizó al pagar un servicio o producto que no fue entregado. En tanto, 42.2% fueron fraudes a tarjeta de crédito o débito.

“No hay un perfil específico de gente defraudada (…) la realidad es que puede caer cualquiera, y con grados de doctorados, maestrías, eso no importa. Todos somos vulnerables, todos podemos ser sujetos de un fraude”, señaló Bernardo González, quien actualmente es presidente de Amafore.

Un caso reciente en México es el de Xifra, una empresa de Jalisco fundada por George Goodman, que no cuenta con la autorización para captar recursos del público, por lo que fue multada, además de que se le prohibió la promoción de inversiones en canales masivos de comunicación, algo que no ha acatado hasta el momento, según pudo confirmar EL CEO en sus redes sociales.

Como en el caso de Xifra, otras empresas multinivel tienen inversiones en activos del sistema financiero como forex, acciones y criptomonedas. Tal es el caso de IM Academy, que ofrece capacitación de trading, a cambio de una mensualidad de 175 dólares que disminuye o desaparece conforme el estudiante recluta a más personas.

Aunque en sus filas han pasado influencers y emprendedores que afirman que se volvieron millonarios de la noche a la mañana, IM Academy, que forma parte de EVO Movement, cuyo líder es Germán Castelo, está en la mira de los reguladores en países como España, Colombia, Francia, Bélgica y Reino Unido.

Esta supuesta academia utiliza una estrategia conocida en el mundo financiero como pump and dump, que en teoría está prohibida en los mercados regulados, ya que se utiliza para “inflar” el precio de un activo barato para luego venderlo caro.

La información sobre el funcionamiento de IM Academy fue obtenida por este medio directamente de algunos de sus miembros, usualmente jóvenes que no pasan los 30 años de edad. Sin embargo, al momento de solicitar una entrevista todas las personas consultadas se negaron.

Al igual que Xifra o IM Academy, utiliza como gancho la publicidad en redes sociales, donde tiene miles de seguidores, una problemática que, en palabras de los expertos, tiene que ver con la falta generalizada de educación financiera en México.

“La educación financiera ayuda a que puedas tomar decisiones de forma coherente para poder comparar, no importa en lo que quieras invertir, pero sí que por lo menos tengas el conocimiento y que no llegue a suceder que en un determinado momento pierdas tu dinero”, subrayó Chávez.

Reportero: Mario Alberto Gámez  |  Editora: Elizabeth Albarrán  |   Diseñador: Cristian Laris