27 de marzo 2023 | 5:00 am

Después de un cierre de año desalentador, con el fantasma de la recesión presente, la economía mexicana inició el 2023 con fuerza, registrando su mejor enero en ocho años.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 3.6% en el primer mes de este año, respecto a igual periodo del 2022.

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Dicho aumento representó el mejor inicio de año desde el 2015, cuando la actividad económica del país aumentó 3.8%.

Con este avance, el IGAE llega a 113.8 puntos y con ello marca un nuevo máximo para los flujos de actividad, pues entre octubre del 2018 y diciembre del 2022 se había mantenido debajo de 113.6 unidades, que era la referencia anterior

reporta Monex.

Añade que luego de más de cuatro años complicados, la economía nacional regresa a la generación de valor con catalizadores interesantes como el nearshoring o la transición energética por delante, lo que poco a poco inclinará la balanza de las expectativas de crecimiento en un sentido positivo.

Destacan las terciarias

Las tres actividades del IGAE mostraron aumentos anuales en enero: 0.9% en primarias, 2.5% en secundarias y 4.5% en terciarias.

En estas últimas, Ve por Más (Bx+) resalta que la mayor actividad comercial y en servicios de hospedaje y preparación de alimentos puede explicarse por la solidez en el consumo privado, apoyado a su vez por los bajos niveles de desempleo en el mes (2.9%, mínimo histórico).

Mientras Monex destaca el ingreso de los hogares, que en estos últimos meses se ha visto beneficiado por los ajustes a los salarios y a los montos de distintas transferencias, despertando también sospechas en el plano inflacionario.

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Los riesgos

Para Bx+, las inversiones asociadas al nearshoring y al T-MEC darían algo de resiliencia a la economía mexicana, especialmente en la región norte.

Sin embargo, mantenemos la expectativa de una fuerte desaceleración del PIB este año, al agotarse el efecto reapertura y ante las consecuencias del apretamiento monetario mundial sincronizado

señala el grupo financiero.

Incluso, indica, a nivel local y mundial, persiste el riesgo de que la inflación tarde más a lo previsto en encaminarse sostenidamente hacia las metas de los bancos centrales, llevando a estos a asumir una restricción monetaria más profunda y prolongada.

Así, Ve por Más expone que la erosión del poder adquisitivo, los altos costos financieros y la incertidumbre inducirán un menor dinamismo en el consumo privado, la inversión fija bruta y la exportación.

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