26 de enero 2022 | 5:00 am

Rodrigo A. Rosales y Jessika Becerra

En el 2021, la producción de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) -sin considerar la participación de privados- registró su nivel más bajo desde 1979 y su caída consecutiva anual número 17, ya que la última variación positiva de esta empresa del Estado fue en 2004.

La producción promedio de petróleo ascendió a 1.620 millones de barriles diarios en el 2021, que es el nivel más bajo desde 1979 cuando fueron 1.461 millones.

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A su vez, la producción solo de Pemex, representó una reducción de 0.4% en 2021 respecto a los 1.627 millones del 2020, según los datos del Centro Nacional de Información de Hidrocarburos  de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).

Cantarell puso la vara muy alta 

Artemisa Montes, analista de política internacional, destacó que la producción se observa baja porque el Complejo Cantarell produjo mucho.

Cantarell nos pone una vara muy alta en términos de producción y no se invierte todavía en la explotación de aguas someras. El gobierno está esperando que funcionen las refinerías y que aumenten los precios del petróleo para hacerlo

mencionó.

El ultimo gran descubrimiento en Aguas Someras fue el que se hizo en el sexenio de Vicente Fox en Cantarell y por eso cuando se hace el análisis se ve un decrecimiento muy significativo.

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Pablo López Sarabia, profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey, atribuyó la caída en la producción a que México ya no tiene yacimientos tan grandes como fue el complejo Cantarell.

“Ahora hay yacimientos que requieren inversiones en exploración, ya que el crudo cada vez se encuentra a mayores profundidades y se requiere alto capital de riesgo porque puede encontrarse o no”, mencionó.

El punto es que el Estado no tiene tanto dinero para hacerlo y las empresas privadas necesitan cumplir con las metas de transición energética que implican un menor uso de energías fósiles.

Empujan privados la producción

El panorama de producción se torna diferente al considerar la aportación de los privados, ya que la producción total de petróleo tuvo un pequeño “empujón”, aunque insuficiente si se compara con otros años.

La producción de los privados fue de 44,224 barriles diarios en promedio en el 2021, es decir, el mayor nivel desde que iniciaron sus registros, en el 2016.

Al sumarla con la producción de Pemex, se contabilizan 1.665 millones de barriles diarios, un nivel que es 0.1% mayor respecto al reportado en 2020, con lo cual, se rompe la racha de 16 años con descenso.

La participación de los privados en el total de producción va en ascenso. En el 2016 su contribución apenas fue de 0.05%, en el 2017 de 0.1%, en 2018 de 0.7%, en 2019 de 1.3%, en 2020 de 2.1% y en el 2021 de 2.7%.

Si bien con estos resultados se trazó una tendencia de recuperación en el 2021, los niveles de producción de crudo del 2021 (1.665 millones de barriles diarios), del 2020 (1,663 millones), del 2019 (1.679 millones) y del 2018 (1.810 millones) fueron los más bajos, también, desde 1979.

Alejan políticas de AMLO a los inversionistas 

Carlos Alberto Bautista Pérez, académico de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, comentó que los privados han empujado la producción desde el 2015, pero no están incentivados para elevar sus inversiones debido a las políticas energéticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El hecho de que Sener haya entregado a Pemex el campo petrolero de Zama que previamente había asignado a Talos Energy, da señales a los inversionistas de que las reglas del juego pueden cambiar cuando un plan de negocios ya está avanzado.

México requiere de alianzas con otros jugadores en aguas profundas o de explorar técnicas que tienen desafíos ecológicos como el fracking

declaró.

Sin embargo, encontrar financiamiento será cada vez más difícil, ya que las empresas privadas tienen el mandato de participar cada vez menos en energías fósiles.

Sus inversiones deben ser amigables con el medio ambiente para cumplir con el compromiso social, mientras que las petroleras están en la mira en el contexto de la contaminación.

Si México quisiera recuperar la capacidad de producción que tuvo en años pasados será difícil que sea en el corto plazo, ya que necesitaría encontrar un yacimiento del calibre de Cantarell lo cual es difícil y poco probable.

Sin embargo, hay otra alternativa, que es ir sustituyendo de manera gradual ese yacimiento con los pozos existentes mediante inversiones y alianzas con jugadores con expertis para replantear el modelo de negocios de Pemex.

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