24 de agosto 2019 | 5:00 am
Después de numerosas amenazas del gobierno de Estados Unidos y su presidente Donald Trump que llevaron a una renegociación del TLCAN que dio como resultado el T-MEC, México es hasta ahora único país en ratificar el tratado.
Ahora, está pendiente la ratificación en los congresos de Canadá y Estados Unidos, pero eso podría retrasarse hasta 2021.
La razón: los legisladores estadounidenses no lo aprobaron antes de su receso, que inició a finales de junio y dura hasta la segunda semana de septiembre, y los demócratas no parecen tener prisa en hacerlo.
Una delegación de legisladores estadounidenses del partido demócrata expresaron al presidente Andrés Manuel López Obrador su preocupación sobre varios puntos del nuevo pacto comercial.
Los legisladores, quienes también se reunieron con la secretaria de Economía, Graciela Márquez, coincidieron en que están a favor de dar luz verde al T-MEC, pero que es necesario conocer la posición de México en al menos cuatro puntos críticos.
Los temas son los precios de los productos farmacéuticos, los relativos al medio ambiente y a la nueva legislación laboral mexicana y su aplicación, así como la puesta en vigor general de todo lo acordado en el T-MEC, fruto de una ardua negociación de más de un año.
“Esto implicaría abrir otra vez el T-MEC y los congresistas en México se oponen a que se vuelva a abrir un tratado que costó mucho trabajo cerrar a capricho de un grupo de demócratas que están condicionando su autorización”, dijo el doctor en Economía de la FES Aragón de la UNAM, Jaime Linares.
Con este panorama, México alarga el momento de incertidumbre en el que se encuentra, asegura Linares, ya que los inversionistas actualmente no tienen certeza respecto a la política económica del gobierno ni tampoco respecto al acuerdo.
Canadá está esperando a ver qué hará EU, pero tiene como fecha límite mediados de septiembre, cuando el país entra en modo electoral y el T-MEC tendrá que ser presentado nuevamente al siguiente parlamento, que podría ser de un gobierno diferente si Justin Trudeau no logra la reelección.
Si el acuerdo no es ratificado este año en EU, pasará a 2020, pero la temporada electoral podría retrasar su implementación hasta 2021.
Mientras tanto…
México aún se rige bajo el TLCAN, que a consideración de Linares es ventajoso para el país en varios sentidos.
El problema es que, en cualquier momento, Donald Trump puede perder la paciencia con los legisladores demócratas y anunciar el inicio de los seis meses requeridos para abandonar el TLCAN, lo que implicaría que la relación comercial entre México y EU deba seguir las reglas previas al acuerdo de 1994 o que ambos países deban buscar un acuerdo bilateral.
“El resultado final es que muchos inversionistas están absteniéndose de invertir y están posponiendo su inversión hasta tener ya certidumbre de que se autorice”, agrega el académico.
Uno de los temas que levanta mayor incertidumbre está en la industria automotriz, rubro donde ahora se le exige a México, entre otras cosas, que el porcentaje de los componentes en los automóviles que necesitan ser producidos en Norteamérica aumente de 62.5% a 75%.
Otra de las grandes preocupaciones de la industria es el requisito en el contenido laboral, que pide que 40 a 45% de las partes automotrices estén fabricadas por trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora para 2023. Aún así, los analistas ven aspectos positivos en este rubro también.
“Va a dar certeza porque de alguna manera va a haber reglas más claras en el juego entonces eso va a dar claridad a la zona de trabajo de la manufactura en los tres países”, dijo el director adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores y Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate.
A consideración del account manager de JD Power, Brais Álvarez Gallardo, México seguirá en ventaja contra otros países manufactureros por “la combinación de calidad y costos de mano de obra”.
“Aun con el incremento vamos a seguir siendo muy competitivos en el mercado, pero eso nos tiene también que impulsar a comenzar a evolucionar nuestra industria automotriz, si no está la India posicionándose como la opción en costo-beneficio para producción de vehículos”, comentó.
México ahora tendrá una larga espera hasta ver que Estados Unidos y Canadá ratifiquen el T-MEC, aunque, dice López Obrador, “no es racional decir no al tratado a estas alturas”.
T-MEC podría ratificarse hasta 2021, ¿y ahora qué?
Andrea Villar
andrea.ornelas@elceo.com
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24 de agosto 2019 | 5:00 am
Después de numerosas amenazas del gobierno de Estados Unidos y su presidente Donald Trump que llevaron a una renegociación del TLCAN que dio como resultado el T-MEC, México es hasta ahora único país en ratificar el tratado.
Ahora, está pendiente la ratificación en los congresos de Canadá y Estados Unidos, pero eso podría retrasarse hasta 2021.
La razón: los legisladores estadounidenses no lo aprobaron antes de su receso, que inició a finales de junio y dura hasta la segunda semana de septiembre, y los demócratas no parecen tener prisa en hacerlo.
Una delegación de legisladores estadounidenses del partido demócrata expresaron al presidente Andrés Manuel López Obrador su preocupación sobre varios puntos del nuevo pacto comercial.
Los legisladores, quienes también se reunieron con la secretaria de Economía, Graciela Márquez, coincidieron en que están a favor de dar luz verde al T-MEC, pero que es necesario conocer la posición de México en al menos cuatro puntos críticos.
Los temas son los precios de los productos farmacéuticos, los relativos al medio ambiente y a la nueva legislación laboral mexicana y su aplicación, así como la puesta en vigor general de todo lo acordado en el T-MEC, fruto de una ardua negociación de más de un año.
“Esto implicaría abrir otra vez el T-MEC y los congresistas en México se oponen a que se vuelva a abrir un tratado que costó mucho trabajo cerrar a capricho de un grupo de demócratas que están condicionando su autorización”, dijo el doctor en Economía de la FES Aragón de la UNAM, Jaime Linares.
Con este panorama, México alarga el momento de incertidumbre en el que se encuentra, asegura Linares, ya que los inversionistas actualmente no tienen certeza respecto a la política económica del gobierno ni tampoco respecto al acuerdo.
Canadá está esperando a ver qué hará EU, pero tiene como fecha límite mediados de septiembre, cuando el país entra en modo electoral y el T-MEC tendrá que ser presentado nuevamente al siguiente parlamento, que podría ser de un gobierno diferente si Justin Trudeau no logra la reelección.
Si el acuerdo no es ratificado este año en EU, pasará a 2020, pero la temporada electoral podría retrasar su implementación hasta 2021.
Mientras tanto…
México aún se rige bajo el TLCAN, que a consideración de Linares es ventajoso para el país en varios sentidos.
El problema es que, en cualquier momento, Donald Trump puede perder la paciencia con los legisladores demócratas y anunciar el inicio de los seis meses requeridos para abandonar el TLCAN, lo que implicaría que la relación comercial entre México y EU deba seguir las reglas previas al acuerdo de 1994 o que ambos países deban buscar un acuerdo bilateral.
“El resultado final es que muchos inversionistas están absteniéndose de invertir y están posponiendo su inversión hasta tener ya certidumbre de que se autorice”, agrega el académico.
Uno de los temas que levanta mayor incertidumbre está en la industria automotriz, rubro donde ahora se le exige a México, entre otras cosas, que el porcentaje de los componentes en los automóviles que necesitan ser producidos en Norteamérica aumente de 62.5% a 75%.
Otra de las grandes preocupaciones de la industria es el requisito en el contenido laboral, que pide que 40 a 45% de las partes automotrices estén fabricadas por trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora para 2023. Aún así, los analistas ven aspectos positivos en este rubro también.
“Va a dar certeza porque de alguna manera va a haber reglas más claras en el juego entonces eso va a dar claridad a la zona de trabajo de la manufactura en los tres países”, dijo el director adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores y Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate.
A consideración del account manager de JD Power, Brais Álvarez Gallardo, México seguirá en ventaja contra otros países manufactureros por “la combinación de calidad y costos de mano de obra”.
“Aun con el incremento vamos a seguir siendo muy competitivos en el mercado, pero eso nos tiene también que impulsar a comenzar a evolucionar nuestra industria automotriz, si no está la India posicionándose como la opción en costo-beneficio para producción de vehículos”, comentó.
México ahora tendrá una larga espera hasta ver que Estados Unidos y Canadá ratifiquen el T-MEC, aunque, dice López Obrador, “no es racional decir no al tratado a estas alturas”.
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Andrea Villar
andrea.ornelas@elceo.com
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