Carlos Romero evasión impuestos

11 de septiembre 2019 | 5:00 am

La renta fija mexicana (como los Cetes y bonos) ha sido uno de los activos favoritos de los inversionistas los últimos meses, pero llegan malas noticias de dos frentes: más retenciones por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la expectativa de bajas en las tasas de interés.

Para 2020, Hacienda propone actualizar la tasa de retención provisional aplicable al capital que da lugar al pago de intereses de 1.04 a 1.45%, de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica presentados el domingo pasado por Arturo Herrera, secretario de Hacienda, a la Cámara de Diputados.

La Secretaría de Hacienda argumenta que la tasa de retención aplicada es consistente con los intereses percibidos por los ahorradores.

El incremento (en la retención) desincentiva las actividades de ahorro e inversión. Se entiende que depende de variables como la inflación o el nivel de las tasas de interés, pero para el cliente es negativo, incluso porque es difícil explicar que es el resultado de una fórmula del SAT

dijo Jonathan Zuloaga, asesor macroeconómico y de mercados de Columbus de México.

México es, entre los países con grado de inversión, el que ofrece los rendimientos más elevados a los inversionistas que adquieren instrumentos de renta fija.

Previo a retenciones y comisiones, un Cete 28 días paga un rendimiento de 7.72% y un bono a 10 años denominado en pesos (mejor conocido como M10) otorga un pago de 7.11%. Ambos se consideran instrumentos seguros porque están respaldados por el gobierno mexicano.

De aprobarse por los legisladores, el incremento en la retención de renta fija pasará de 0.46% que se cobraba en 2018, a 1.45% para 2020.

El incremento en la responde a la necesidad del gobierno por aumentar recaudaciones, también se dio a conocer la iniciativa de que las plataformas digitales retengan el IVA e ISR.

“Esta clase de medidas (aumento en la retención) en teoría debería de reducir el ahorro en México, lo cual no es bueno. Tampoco descartaría más acciones recaudatorias hacia adelante e, incluso, una reforma fiscal, que sería lo más conveniente a hacer pequeños cambios”, dijo Marco Oviedo, jefe de investigación económica para América Latina de Barclays.

A las retenciones se suman otra presión a los interesados en invertir en instrumentos de renta fija, los posibles recortes en la tasa de interés por parte de Banco de México (Banxico), y principales bancos centrales del mundo.

La mediana de los analistas encuestados por Citibanamex prevén que la tasa de referencia de Banxico se ubicará en 7.50% a finales de 2019 y 7% el próximo año. Si los estimados son correctos, serían cuatro bajas de 25 puntos base cada una.

“La expectativa de baja en tasas, más los impuestos, no son buena señal para el mercado de deuda y los flujos pueden salir a otros activos (como acciones); no será inmediato porque entrará en vigor el próximo año”, dijo Guillermo Delgado, director de Operaciones en Black Wallstreet Capital.

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