Volaris sube en bolsa

30 de septiembre 2020 | 8:44 pm

Salvo que se apruebe el acuerdo de último minuto en el Congreso de Estados Unidos, las aerolíneas golpeadas por la pandemia de coronavirus podrían despedir a decenas de miles de personas a partir del jueves.

Mientras tanto, en América Latina, el sector intenta salir a flote en medio de una pandemia que no cede y que prolonga las restricciones de movilidad.

El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, se mostró optimista el miércoles al afirmar a CNBC: “Espero que para mañana (jueves) tengamos un acuerdo” sobre un paquete de ayuda y “si lo logramos, que las empresas detengan sus planes” de despidos masivos.

Pero, American Airlines y United Airlines mantienen hasta ahora sus planes de recorte. American advirtió que la medida podría alcanzar hasta 19,000 personas y United baraja la cifra de 13,000 trabajadores.

Los préstamos acordados el martes por la noche por el Tesoro contemplan a siete compañías por 25,000 millones de dólares, sin embargo, no cambian la situación, aseguraron a la AFP fuentes cercanas a las empresas.

American, Delta, United y Southwest se comprometieron a no efectuar despidos hasta el 30 de setiembre inclusive, a cambio de subsidios por un monto idéntico, de 25,000 millones de dólares.

Pero los pasajeros son reticentes a volar en espacios confinados, los vuelos internacionales están restringidos y los viajes de negocios o turismo son escasos.

La cifra de pasajeros en los aeropuertos de Estados Unidos es entre 60 y 70% inferior a la de igual período de 2019, según datos oficiales.

Los recortes vía salidas voluntarias, jubilaciones y vacaciones sin sueldo fueron numerosos. En Delta 40,000 personas optaron por algún programa de este tipo. Southwest trabaja hoy con 27% menos de empleados.

Pero los números no cierran ante la falta de viajes.

El apoyo oficial para pagar salarios termina el miércoles y en el Congreso un nuevo paquete de ayuda no avanza.

Los sindicatos estiman que los despidos podrían alcanzar a unas 100,000 personas.

Las compañías aéreas recibieron mucho dinero durante los últimos meses, y su situación financiera no es tan desesperante como lo fue en la primavera.

Algunas aprovecharon el paquete de ayuda federal, otras tomaron créditos en los mercados financieros

En América Latina, la región del mundo más azotada por la pandemia de coronavirus, con 9.2 millones de casos y más de 343,000 fallecidos, las aerolíneas también tuvieron reducciones de plantilla, e incluso en el caso de la chileno-brasileña LATAM y la colombiana Avianca, iniciaron procesos de reestructura ante tribunales de Estados Unidos para tratar de capear el temporal.

El pasado 18 de agosto, LATAM divulgó en su informe de resultados del segundo trimestre que desde el inicio de ese periodo “la dotación total del grupo ha disminuido en aproximadamente 12,600 trabajadores, siendo actualmente casi 30,0000 empleados en total”.

En el caso de la colombiana Avianca, no hubo despidos y la opción fue un programa de licencias no remuneradas a largo plazo (6 meses y un año) en el que actualmente están 6,200 empleados, informó la compañía a la AFP. En marzo, la aerolínea indicó que al menos 12,000 de sus 20,000 trabajadores en el continente ingresarían a ese mecanismo.

Según fuentes sindicales, Aeroméxico, la aerolínea más grande de México con 41.3% del mercado, propuso licencia sin salario a 266 de sus 1,800 pilotos del sindicato ASPA, pero le mantuvo los seguros médicos y el pago de gastos para entrenamiento entre otros beneficios. El resto de los pilotos tuvieron reducciones salariales de hasta 65%. En tanto, 22.5% de los más de 2,700 sobrecargos que emplea la compañía perderán su trabajo el primero de octubre.

En Aerolíneas Argentinas no hubo despidos ya que, por la pandemia, el gobierno decretó la inamovilidad laboral. Pero un tercio de sus 12,000 empleados tienen licencia con goce parcial de haberes en estos meses de fronteras cerradas. La compañía sólo ha operado vuelos humanitarios o de repatriación.

La brasileña Gol despidió a 200 de sus 15,000 trabajadores desde que comenzó la pandemia, según datos de la firma.

Su competidora Azul, consultada por la AFP, no proporcionó cifras y se limitó a señalar que “consiguió mantener empleos y garantizar la sostenibilidad de su negocio” gracias a acuerdos con trabajadores, proveedores, sindicatos y clientes.

Pero un portavoz del Sindicato Nacional de los Trabajadores Aéreos, indicó que la firma –que en su web declara tener más de 10,000 trabajadores- se desprendió de 1,810 empleados, una cifra que incluye un número de personas -que la fuente no pudo determinar- que accedieron a licencia sin salario a cambio de preservar el trabajo cuando pase la crisis.

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