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Reportera de Bienes y Raíces
Ana Botín, presidenta de Santander, sale de su tienda de campaña. El sonido de un glaciar desprendiéndose y cayendo al agua interrumpió la conversación con su entrevistador. Acabado el espectáculo, regresa al refugio.
El campamento a donde vuelve se integra por varias tiendas con forma de iglú, instaladas en una isla de tierra rodeada de cuerpos glaciares. La isla misma fue hielo, aunque el cambio climático acabó con él.
De ahí el objetivo del viaje que la directiva de 60 años, acompañada de su esposo Guillermo Mariátegui y su entrevistador, el presentador de televisión Jesús Calleja, vean con sus propios ojos el efecto del calentamiento global en Groenlandia, un continente cubierto al 80% de hielo que por acción humana se está derritiendo.
Ya al interior del campamento retoman la conversación. “Para mí más que una fecha, lo importante es concluir una etapa y conseguir hacer lo que te has planteado hacer. El objetivo que tenemos es transformar el banco y conseguir un banco responsable con todo lo que esto implica y eso toma unos años”.
“El banco ya pasó por la revolución industrial, si lo piensas este es el segundo momento de la historia en el que estamos, como organización, pasando una época de cambios muy disruptivos. Pasó hace 100 años y está volviendo a pasar ahora” dice Botín.
Han pasado casi seis años desde que Ana Botín tomó las riendas del banco de origen español. Lo hizo de forma brusca, horas después del infarto fulminante que le ocurrió a su padre, Emilio Botín, quien fue presidente del banco por 28 años. El consejo de administración decidió de manera unánime que ella tomara las riendas.
“La realidad es que si tu miras lo que había hecho durante mi carrera, y objetivamente veías lo que había hecho el resto de la gente que estaba en el banco, pues sobre el papel yo era el candidato mejor, aparte que tenía la experiencia internacional que no tenían otros” responde sentada sobre el pasto en posición de loto durante el descanso de una caminata.
En ese momento, Ana Botín, de 54 años, egresada del Bryn Mawr College de Filadelfia y de un posgrado en Harvard, ya había trabajado siete años en JP Morgan, entrado y salido de Santander; había sido nombrada presidenta del banco Banesto; había creado un fondo de inversión y tres fundaciones, y era parte del consejo de administración de The Coca-Cola Company. Además, fue nombrada la empresaria más destacada en Europa durante 2005 y 2006 por el Financial Times. Y su primera opción mientras crecía no fue el banco, ella pensaba en hacer periodismo.
Ana Botín se convirtió en una de las mujeres más poderosas de Europa y en la primera en dirigir una institución bancaria de gran calado. Es abiertamente feminista, tiene una visión transformadora para el banco y los ojos fijos en el negocio mexicano.
Meses después de su arribo a la presidencia a Santander comenzaron a moverse las piezas de la filial en México. Marcos Martínez, que era director general en el país, reemplazaría a Carlos Gómez como presidente del Consejo, pues este último decidió que era tiempo de jubilarse. El puesto de director general quedó disponible para Héctor Grisi.
Él es parte de la familia de origen italiano que fabrica y comercializa productos de belleza y cuidado personal. Uno de los primeros trabajos de Héctor fue en el área de tesorería de los laboratorios. Después entró a Credit Suisse, donde logró colocarse como director y presidente del 2006 al 2015.
Él es el encargado de implementar el plan y las estrategias que hagan cumplir uno de los objetivos de Botín: incrementar la rentabilidad del negocio en México, de manera que rebasen las aportaciones que países como Brasil o Reino Unido hacen al grupo. Cuatro años más tarde el objetivo sigue pendiente.
“Estamos en el camino correcto para ello, pero es importante tener claro que un propósito tan ambicioso como el que nos hemos trazado, en realidad supone un trabajo permanente más que una meta que solo se consigue, es un objetivo en progreso, un trabajo de todos los días. Tenemos un plan que pone al cliente al centro de todos nuestros esfuerzos y ello nos lleva a profundizar en servicios digitales, en desarrollar y mejorar productos, pero también en buscar una mayor calidad en la atención como elemento diferenciador, además de seguir profundizando en nuestra labor de inclusión financiera” dijo Héctor Grisi al EL CEO en entrevista electrónica.
El directivo, que se define a sí mismo como un hombre “comprometido” tiene encuentros con la prensa, da entrevistas y frecuentemente responde que el banco confía en la estabilidad del país.
“México sigue siendo un país atractivo para las inversiones. La situación que México experimenta es un fenómeno que combina elementos locales y otros a nivel global, pero confiamos en que con bases sólidas en la economía y ya con un gobierno que está más establecido, con mayor claridad para la inversión, la economía podría tener mejores posibilidades” dijo en entrevista, pero es Ana Botín quien ocupa los reflectores y en meses se sumará otra mujer a la dirección.
Además, a finales de enero, Banco Santander México propuso a Laura Diez Barroso Azcárraga como presidenta de su consejo de administración.
“Laura Diez Barroso es la elección correcta para el momento y retos que tiene Santander en México; representa una clara determinación del banco para renovar su visión y perspectiva de la mano de una empresaria líder y ampliamente reconocida en el país. Su llegada a este cargo es una declaración de la vocación moderna, de equidad y apuesta de largo plazo de Santander en México”, dijo Ana Botín, presidenta de Grupo Santander.
Diez Barroso llegaría al puesto que en abril dejará vacante Marcos Martínez Gavica, para convertirse en la primera mujer en este cargo y la única en presidir el consejo de administración de un banco en México actualmente y dentro de las unidades locales del grupo.
Diez Barroso tiene más de 25 años de experiencia en cargos directivos. Actualmente es presidenta del consejo de administración de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) y directora general de LCA Capital.
También participa como miembro del consejo de administración de Telmex y ha sido parte de los consejos de Grupo Financiero Inbursa y Royal Caribbean Cruises. Actualmente es integrante del Consejo Mexicano de Negocios.
Ana Botín visitó México en 2012 y la institución anunció que aportaría 995 millones de pesos en becas para estudiantes de bajos recursos. Volvió en 2015 a una reunión con el entonces presidente Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray; y lo hizo de nuevo en 2016.
Desde entonces Botín ha visitado México al menos una vez al año. Con la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, la relación parece haberse estrechado.
El banco español a inicios del sexenio fue de los primeros en eliminar el cobro de comisión en los envíos de remesas, lo cual ha resultado benéfico para el grupo.
“Las comisiones netas han tenido crecimientos de alrededor del 5% en los últimos años y esto se puede ver de forma positiva pues representan alrededor de 25% de los ingresos totales de la empresa. En 2017 estos representaban solo el 10%, por lo cual se puede considerar como que fue a raíz de la eliminación del cobro” dijo a EL CEO Manuel Zegbe, analista de Signum Research.
También incrementó durante 2019 el apoyo a estudiantes, becando 6,300 beneficiarios, “con lo que se convirtió en un año récord en este tipo de apoyos”, indica el cuatro reporte trimestral de la empresa.
Además informó que dispondrán de 5,000 millones de dólares para participar en los Proyectos del Acuerdo Nacional de Infraestructura. Está cultivando una relación cercana con una pieza clave del negocio, algo visto antes con su padre, quien apoyó en 2002 la candidatura del presidente Lula Da Silva en Brasil, dicho país es el principal bastión del banco en sudamérica.
“Tenemos una buena relación con este gobierno, de cordialidad y de trabajo conjunto para unir esfuerzos en materia de bancarización e inclusión financiera. Queremos ser parte de las soluciones y aportar nuestras mejores prácticas de banca para impulsar el desarrollo del país, propósito en el que coincidimos con el gobierno” dijo Grisi.
Sobre los proyectos comentó que aún no están definidos con los que participarán aunque quieren hacerlo no solo con financiamiento sino con “experiencia técnica”.
Una de las principales apuestas de Botín es la digitalización y las dificultades de montarse a la ola web en competencia desigual con las fintech es algo que en sus palabras “la cabrea”.
“Me cabrea cuando ves que hay cosas que se pueden hacer con menos tiempo y menos papel. Los servicios digitales de pago, a mí me cuestan tres veces más tiempo, cuando a una de estas grandes plataformas con un clic por no llamarse banco puedes acceder a estos servicios y esto me pone de muy mal humor, porque si yo no soy capaz de desarrollar estos servicios te los va desarrollar un chino y va venir aquí como están viniendo, se registran en Luxemburgo, no tienen regulación, no tienen supervisión, pagan menos impuestos y te desarrollan un aplicación que tú vas a usar en lugar de la de Santander porque la mía toma un poquito más de tiempo. En la revolución industrial, Europa fue la ganadora, en la digital China y Estados Unidos”, dice en entrevista con Calleja.
En México no es la excepción y la inversión hacia la digitalización es uno de los principales rasgos de la nueva gestión, opina Zegbe.
“Cuando he hablado con el equipo de Santander me comentan que el principal objetivo ha sido el enfoque a la digitalización para crecer”, comentó el analista.
El 2019 fue el último año de tres del programa de inversión en digitalización, “con el 53% de los recursos destinados a la transformación de la red, tecnología de última generación e infraestructura, el banco ha sido capaz de alcanzar a sus competidores en términos de infraestructura y mejorar la experiencia del cliente”, indica la información financiera.
Se acercan a los competidores, pero todavía no alcanzan. Al cierre del año registraron 5 millones 955.7 contratos para transacciones a través del teléfono celular, mientras que Banamex reporta 12 millones 503.9 mil; Bancomer 12 millones 351.4 mil; y Banco Azteca 7 millones 669.3 mil, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Adicionalmente, pese a que el 2019 fue un año de resultados positivos con un incremento del 3.5% en los ingresos principalmente impulsados por consumo y sector hipotecario, en el que se aventuraron a establecer la tasa de interés más baja de la banca comercial, se espera que el 2020 sea menos alegre.
“Yo veo un año difícil para Santander por la comparativa con 2019, pues hubo una desaceleración debido a una mala gestión en los dos últimos trimestres, la cual se observa a través de la rentabilidad. Si ves los comparables de los bancos que cotizan en la bolsa, el RoE de Santander es de los más bajos, eso es interno porque de deberse al ambiente general se habría observado en el resto de los bancos y no es así” añadió Zegbe.
Liz Areli Cervantes
Diseño: Cristian Laris