Mario Calixto

Analista de Mercados

HSBC México y el gobierno federal han tenido un claro acercamiento los últimos meses, y todo apunta a que en este sexenio se verá una relación estrecha, buscando borrar -lo mayor posible- un penoso episodio del banco en México. 

En mayo 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la firma de un acuerdo para refinanciar la deuda de Petróleos Mexicanos por 8,000 millones de dólares para los próximos cinco años. El documento se suscribió con JP Morgan, Mizuho Securities y HSBC.

La cúpula de gobierno lo celebró y el mismo presidente dijo que era la operación de refinanciamiento más importante en la historia de México.

En noviembre del mismo año, HSBC dijo estar dispuesto a ser miembro activo del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura del Sector Privado, que está integrado por 147 proyectos que requerirán de una inversión de 859,000 millones de pesos. 

En las filas de HSBC, desde inicios de 2019, se encuentra José Antonio Meade, exsecretario de Hacienda y Relaciones Exteriores y también excandidato a la presidencia de México, quien se sumó a la institución como parte consejo de administración de HSBC. 

Desde el 1 de marzo del año pasado, Meade funge como director no ejecutivo independiente y forma parte del Comité de Gobernanza Corporativa y de Nombramientos.

Los cambios y los primeros acercamientos entre la institución financiera y el gobierno fueron bajo la dirección de Nuno Matos, quien en febrero de 2020 fue relevado por un nuevo personaje: Jorge Arce. 

Arce llega su nueva posición como un ‘closer’, una persona que busca concluir un ciclo y afianzar la posición de HSBC en México. 

El movimiento del banco británico responde a su política de reestructura a nivel mundial, que se ha mantenido los últimos años como respuesta al escándalo de lavado de dinero en el que la filial mexicana fue pieza clave. También en mejorar los resultados financieros, algo que Matos logró con creces.

Arce llega así con la intención de seguir con el camino trazado por su antecesor y dejar lo más atrás que se pueda el escándalo en el que se vio inmersa la compañía en el 2012. Está preparado para el reto. Estuvo tres años como director general adjunto de Global Corporate Banking en Santander México, sumó 25 años en Deutsche Bank y cinco en Citibank, como vicepresidente. 

Una de las cualidades de Arce -a diferencia de otros banqueros- es mantener un perfil bajo. Cuando estuvo en Santander México, Ana Botín, presidenta del banco, era quien atraía los reflectores de los medios de comunicación, en especial cuando se hablaba de inversiones o temas relacionados a México.

HSBC tuvo una época sombría, no solo en México, sino a nivel mundial. En 2012, el Departamento de Justicia de Estados Unidos multó con 1,900 millones de dólares a HSBC Bank por un tema de lavado de dinero del cual se beneficiaron organizaciones criminales ligadas al narcotráfico y -muy probablemente- al terrorismo. También había denuncias contra el banco por violar leyes que sancionaban hacer negocios con Libia, Sudán, Birmania y Cuba.

Ese mismo año, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) multó con 379 millones de pesos al banco en México. 

“Aceptamos la responsabilidad por nuestros errores pasados. Hemos dicho que lamentamos profundamente haberlos cometido. Hemos dado pasos concretos para corregir lo que se hizo mal y participar, de forma activa, con las autoridades gubernamentales en sacar los errores a la luz y resolverlos”, dijo en su momento Stuart Gulliver, el máximo responsable ejecutivo del banco, ante autoridades de Estados Unidos. 

Las complicaciones para HSBC no cesaron. En 2016, familiares de estadounidenses asesinados en México demandaron al banco inglés y, de acuerdo con sus acusaciones, entre 2006 y 2008, las sucursales HSBC en Sinaloa recibieron depósitos por aproximadamente 1,100 millones de dólares del crimen organizado que acabaron en el sistema financiero estadounidense. 

En ese momento, la situación de HSBC -no solo en México, sino en otras partes del mundo-, era endeble y se enfrentaba a presión de las autoridades. 

En México, Nuno Matos tuvo que hacer frente a la situación: mantener un bajo perfil y buscar que HSBC México no se viera impactado en los números. Al cierre del 2019, el banco logró ingresos por intereses, margen financiero y una utilidad neta récord. Tan solo del último rubro, el banco cerró el año pasado con 8,999 millones de pesos. 

Como referencia, en 2015, entre acusaciones, multas y pérdida de confianza de los inversionistas y clientes, la utilidad neta de HSBC fue de 510 millones de pesos.

LOS OTROS RETOS

A nivel mundial, HSBC enfrenta sus propios retos. 

La institución financiera recortará 35,000 empleos y se deshará de activos valorados en 100,000 millones de dólares durante los próximos tres años. El banco espera que el número de empleados pase de 235,000 a 200,000 a nivel global en 2022. 

En México obtuvo utilidades netas históricas, pero a nivel mundial el conglomerado sufrió una caída de 53% de la utilidad en 2019, a 5,970 millones de dólares, debido a los problemas que ha tenido para mantenerse a la par de rivales más focalizados y más pequeños.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), las bajas tasas de interés a nivel mundial y los temores que ha despertado el impacto del coronavirus a la economía mundial han nublado el horizonte del banco. 

Mark Tucker, presidente del grupo de HSBC Holdings, estima que la economía de Asia -uno de los pilares de la institución- se estancará debido a la propagación del brote en el continente. Los últimos estimados de instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) arrojan recortes en los pronósticos de crecimiento. Tan solo el PIB de China se expandirá 4.8% este año, cuando la previsión inicial era de 5.7%.

EL RETO DE LA INDUSTRIA EN MÉXICO

Las elevadas tasas de interés de Banco de México habían dado a distintas instituciones -como bancos y aseguradoras- un impulso extra en sus estados financieros. La tasa de interés se ubicó de diciembre del 2018 a agosto del 2019 en 8.25%. 

Actualmente, la tasa de interés se ubica en 7% y todo indica a que ésta seguirá en descenso hacia un nivel de entre 6.50 y 6.25%, de acuerdo con las previsiones de distintos analistas.

“Uno de los retos de la industria es mantener niveles de rentabilidad altos, pese a la baja en tasas. Asimismo, en entornos de menor crecimiento económico y en el que se incrementa el desempleo, el reto es mantener la cartera vencida en niveles saludables”, dijo Verónica Uribe, analista de Grupo Financiero Monex.

La economía de México se contrajo 0.1% en 2019 y, de acuerdo con la OCDE, el PIB del país crecerá apenas 0.7% este año. 

HSBC ve en México un lugar donde puede afianzar su posición, mejorar su prestigio y ser una de las joyas de la corona entre los países donde tiene presencia.

Mario Calixto 
Diseño: Cristian Laris