27 de julio 2021 | 5:00 am
La puesta en marcha de una nueva aerolínea de carga que funcionaría bajo un esquema respaldado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, inversionistas y operada por los trabajadores de la extinta Mexicana de Aviación, despierta dudas incluso antes de su puesta en marcha.
Entre los temas que generan incertidumbre sobre su viabilidad están los inversionistas que financiarán esta nueva aerolínea, la marca bajo la que operará y el involucramiento de los sindicatos del sector, comentaron personas involucradas y consultadas por EL CEO.
Uno de los nombres que surgió para el financiamiento de esta nueva aerolínea está el de Salvador Álvarez, director general de Altán Redes, empresa que actualmente atraviesa un concurso mercantil.
Se dice que uno de los inversionistas que estaría detrás del fondeo del proyecto, tiene su empresa en concurso mercantil, pero es una empresa que se dedica a un giro totalmente diferente
dijo Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas.
Altán Redes solicitó el inicio del concurso mercantil con el objetivo de reestrcuturar sus compromisos financieros, el 14 de julio pasado. En esa ocasión, Álvarez expuso que contaba con el respaldo de sus accionistas y del gobierno mexicano para iniciar el proceso. La empresa nació bajo una asociación público-privada para llevar servicio de internet a todo el territorio nacional a través de la Red Compartida.
Menos de diez días después del anuncio del concurso —el 23 de julio—, el empresario se reunió con funcionarios de la Secretaría de Gobernación y antiguos trabajadores de Mexicana para discutir la creación de una línea aérea carguera, según confirmó Altán a EL CEO por medio de un correo electrónico.
Álvarez asistió a dicha reunión en carácter de representante de un grupo de inversionistas interesados y la empresa “no tiene ningún proyecto de inversión distinto a la Red Compartida”, de acuerdo a la postura de la firma.
Volar, pero sin usar nombre y bienes de Mexicana
Otra de las dificultades que presenta la nueva aerolínea que pretende impulsar el gobierno de López Obrador, es la imposibilidad de hacer uso del nombre de Mexicana de Aviación, así como el de sus activos.
El problema es que no pueden utilizar el nombre ni los bienes de Mexicana porque está en litigio y forma parte de la masa concursal
comentó Ximena Garmendía, fundadora del blog especializado Sobrecargo Informa.
Las marcas; el centro de adiestramiento; la base de mantenimiento y dos almacenes fiscales —actualmente en litigio en el Aeropuerto de la Ciudad de México—están valuados en casi 1,100 millones de pesos. Estos se encuentran en poder de los sindicatos de pilotos, sobrecargos y otros (ASPA, ASSA y SNTTASS) y no fueron autorizados para su uso en el proyecto de la nueva aerolínea.
Añadió que los antiguos trabajadores de Mexicana que estuvieron en la junta, forman parte de una cooperativa, bajo el nombre de Asociación de Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM). No obstante, los sindicatos se quedaron fuera.
Hasta el momento va avanzado el tema de las cooperativas con el gobierno y con un grupo de empresarios interesados bajo un modelo mixto. Me parece interesante y plausible que el gobierno dé esta oportunidad
dijo Fausto Guerrero, presidente de la AJTEAM.
López Obrador mencionó sus intenciones de revivir a Mexicana de Aviación en mayo. Comentó que su gobierno facilitaría su conformación bajo un esquema donde participaría junto a privados y las cooperativas de trabajadores de la antigua línea área.
“Hay mucho interés de AMLO de que no sea una empresa pequeña y que sea un corporativo de clase mundial, una de las primeras empresas aéreas en la modalidad de cooperativa”, comentó Guerrero.
La meta de la AJTEAM es crear una empresa bajo el modelo de cooperativa donde se integren los negocios de una línea aérea comercial; de carga; un centro de adiestramiento, de mantenimiento y dos terminales fiscales con el nombre Mexicana de Aviación.
Nueva aerolínea de AMLO suma problemas, incluso antes de su primer despegue
Ángel Alcántara
angel.alcantara@elceo.com
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27 de julio 2021 | 5:00 am
La puesta en marcha de una nueva aerolínea de carga que funcionaría bajo un esquema respaldado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, inversionistas y operada por los trabajadores de la extinta Mexicana de Aviación, despierta dudas incluso antes de su puesta en marcha.
Entre los temas que generan incertidumbre sobre su viabilidad están los inversionistas que financiarán esta nueva aerolínea, la marca bajo la que operará y el involucramiento de los sindicatos del sector, comentaron personas involucradas y consultadas por EL CEO.
Uno de los nombres que surgió para el financiamiento de esta nueva aerolínea está el de Salvador Álvarez, director general de Altán Redes, empresa que actualmente atraviesa un concurso mercantil.
dijo Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas.
Altán Redes solicitó el inicio del concurso mercantil con el objetivo de reestrcuturar sus compromisos financieros, el 14 de julio pasado. En esa ocasión, Álvarez expuso que contaba con el respaldo de sus accionistas y del gobierno mexicano para iniciar el proceso. La empresa nació bajo una asociación público-privada para llevar servicio de internet a todo el territorio nacional a través de la Red Compartida.
Menos de diez días después del anuncio del concurso —el 23 de julio—, el empresario se reunió con funcionarios de la Secretaría de Gobernación y antiguos trabajadores de Mexicana para discutir la creación de una línea aérea carguera, según confirmó Altán a EL CEO por medio de un correo electrónico.
Álvarez asistió a dicha reunión en carácter de representante de un grupo de inversionistas interesados y la empresa “no tiene ningún proyecto de inversión distinto a la Red Compartida”, de acuerdo a la postura de la firma.
Volar, pero sin usar nombre y bienes de Mexicana
Otra de las dificultades que presenta la nueva aerolínea que pretende impulsar el gobierno de López Obrador, es la imposibilidad de hacer uso del nombre de Mexicana de Aviación, así como el de sus activos.
comentó Ximena Garmendía, fundadora del blog especializado Sobrecargo Informa.
Las marcas; el centro de adiestramiento; la base de mantenimiento y dos almacenes fiscales —actualmente en litigio en el Aeropuerto de la Ciudad de México—están valuados en casi 1,100 millones de pesos. Estos se encuentran en poder de los sindicatos de pilotos, sobrecargos y otros (ASPA, ASSA y SNTTASS) y no fueron autorizados para su uso en el proyecto de la nueva aerolínea.
Añadió que los antiguos trabajadores de Mexicana que estuvieron en la junta, forman parte de una cooperativa, bajo el nombre de Asociación de Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM). No obstante, los sindicatos se quedaron fuera.
dijo Fausto Guerrero, presidente de la AJTEAM.
López Obrador mencionó sus intenciones de revivir a Mexicana de Aviación en mayo. Comentó que su gobierno facilitaría su conformación bajo un esquema donde participaría junto a privados y las cooperativas de trabajadores de la antigua línea área.
“Hay mucho interés de AMLO de que no sea una empresa pequeña y que sea un corporativo de clase mundial, una de las primeras empresas aéreas en la modalidad de cooperativa”, comentó Guerrero.
La meta de la AJTEAM es crear una empresa bajo el modelo de cooperativa donde se integren los negocios de una línea aérea comercial; de carga; un centro de adiestramiento, de mantenimiento y dos terminales fiscales con el nombre Mexicana de Aviación.
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Ángel Alcántara
angel.alcantara@elceo.com
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