8 de abril 2022 | 5:00 am

Tajín tiene un objetivo claro para el próximo lustro: lograr autosuficiencia en el abastecimiento de chile, una apuesta motivada por las afectaciones a la cadena de suministros a raíz de la pandemia de COVID-19 que afectaron a empresas en todas las industrias a nivel global.

 Tuvimos problemas de insumos en materia prima y en las importaciones; se apilaron los contenedores, no había gente que los descargara y hubo falta de contenedores, lo que generó un retraso en la oferta de productos

contó Publio Adrianza Salaverría, presidente del Consejo de Administración de Industrias Tajín.

Actualmente, la marca jalisciense dedicada a la fabricación de productos derivados de chile importa el 30% de los pimientos picantes desde Perú, cifra que pretende reducir a 15% en tres años, para lograr en un lustro, la totalidad de esta materia prima en territorio nacional.

Tajín emplea una mezcla de chiles guajillo, árbol, pasilla y ancho para la elaboración de sus salsas líquidas y en polvo, de las cuales produce 850,000 botellas al día y de las que 50% van al extranjero. 

Investigación, la clave

La clave para llegar a la meta de autosuficiencia está en el Centro de Investigación y Campo Experimental (CICE) que la compañía inauguró esta semana junto a una nueva planta de producción en el municipio de Tala, donde desarrollará semillas mejoradas genéticamente (no transgénicas) para incrementar la productividad de los cultivos.

Aunque esta será la primera vez que tenga un centro dedicado a la investigación y desarrollo de su ingrediente estrella, Tajín lleva una década trabajando en el mejoramiento de chile, logrando incrementos de hasta 400% en productividad, comentó Adrianza Salaverría. 

Por ahora, las presiones inflacionarias han llevado a la compañía a subir sus precios. “Tratamos de no pasar el 100% (del alza de costos) al consumidor. Absorbemos el 25% y traspasamos lo restante”, explicó el ejecutivo.

Nuevos territorios

La compañía fundada en Guadalajara hace 37 años llegó al extranjero por primera vez en 1993 y, desde entonces, ha incrementado su presencia hasta alcanzar 65 países, a los que este año sumará cuatro más: Emiratos Árabes Unidos, Omán, Kuwait y Arabia Saudita.

A decir de Salaverría, la llegada a Medio Oriente obedece al interés que empresarios de esos países expresaron a la empresa en las exposiciones a las que asiste regularmente en distintas partes del mundo. 

Las exportaciones son una parte vital para que la empresa logre la meta de duplicar su tamaño cada cinco años. “Del crecimiento de la empresa 80% es exportación y 20% interno, en términos de valor, del producto que llevamos al consumidor”, aseveró.

Tajín estima que las nuevas instalaciones de la empresa le permitirán incrementar en 88% su volumen de producción en polvos y de 120% en salsas líquidas en los próximos cinco años.

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