28 de agosto 2020 | 5:00 am

Mexicana de Aviación cumple una década fuera de operación y los exempleados se sienten más lejos que nunca de recibir una liquidación que hasta ahora les negaron los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.

El sexenio de López Obrador comenzó con Javier Jiménez Espriú, exdirector de la aerolínea en la década de 1990, al frente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Esto le dio a los 8,500 exempleados esperanza de que el conflicto que estalló el 28 de agosto de 2010 se resolvería “más rápido”, dice en entrevista Martín Rafael Díaz Covarrubias, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) de México.

López Obrador prometió en campaña ayudar a los exempleados de Mexicana, pero durante los 19 meses que Jiménez Espriú dirigió la SCT el proceso de liquidación se mantuvo estancado.

Tras la renuncia del exfuncionario el 23 de julio, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) retiró la autorización de uso de almacenes aduaneros en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Dichas instalaciones son el principal activo para lo que queda de compañía.

“Cada vez estamos más lejos de que se nos haga justicia. Con la llegada de Jiménez Espriú a la SCT creímos que ese proceso sería más rápido pero pero por cuestiones de agenda no pasó nada. Es un camino sinuoso pero hasta llegar a la liquidación es cuando se hará justicia”, comenta el sindicalista.

El último recurso para mantener bajo su control las instalaciones que en 2019 albergaron 75,000 toneladas de carga aérea, equivalentes al 30% de la carga que pasa por el AICM, es un amparo que ya está en trámite.

Promesa incumplida

Los almacenes forman parte de las últimas unidades productivas de Mexicana en poder de los exempleados. Los otros activos son un taller de mantenimiento, una Sala VIP también en el AICM y el Centro de Adiestramiento Técnico (CAT) Mexicana.

A través del uso de esas propiedades los extrabajadores plantean la refundación de la aerolínea más antigua del país para saldar una deuda acumulada de más de 6,000 millones de pesos (mdp) en cuestión de salarios no devengados.

La sindicatura ha realizado cuatro dispersiones de efectivo para saldar parte de la deuda y en gran medida, ese dinero proviene de los ingresos de esos almacenes y la enajenación de activos, explica Adolfo Crespo, director de administración de Mexicana.

López Obrador ha abierto públicamente la posibilidad de crear una nueva aerolínea para los exempleados de Mexicana, pero hasta el momento los representantes sindicales no saben nada de ello.

“Estamos ayudando para que los trabajadores puedan tener opciones, como contar con una línea aérea, le he pedido a (…) Jiménez Espriú, no se descarta una cooperativa, que puedan tener permisos, nosotros damos las concesiones”, dijo el mandatario el 28 de febrero.

En lo que va de la actual administración federal, sin embargo, los extrabajadores han buscado una reunión con el jefe del Ejecutivo, pero solo han recibido negativas.

“Estamos buscando que nos abran las puertas por cualquier lado para podernos expresar y demostrar que tenemos razón. Lo ideal sería que el Ejecutivo nos recibiera. Él (López Obrador) es el único que puede definir qué pasará con nosotros”, dice Díaz Covarrubias.

Evasión de la justicia

Mexicana de Aviación nació en 1921 como una aerolínea de capital extranjero dedicada al transporte de correos y pasajeros. Fue la primera que se fundó a nivel nacional y la cuarta en el mundo, después de la colombiana Avianca y la holandesa KLM y Quantas de Australia.

Durante los 89 años que permaneció en servicio, su principal centro fue el AICM, y sus bases secundarias en el Aeropuerto Internacional de Cancún y el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.

En sus primeras décadas de vida formó parte del consorcio internacional Pan Am, hasta que a mediados de la década de 1960 un grupo de inversionistas nacionales lograron que todo el capital de la firma fuera mexicano.

Grupo Posadas compró la aerolínea en 2005, en una transacción de 165 millones de dólares (mdd) y desde entonces, Gastón Azcárraga Andrade se dedicó a desmantelarla hasta hacerla desaparecer, según declaraciones de ASPA.

Mexicana dejó de operar en la recta final del sexenio de Calderón Hinojosa y desde entonces, los extrabajadores han denunciado el adeudo de las liquidaciones, así como los malos manejos de la última administración de la aerolínea.

El 19 de febrero de 2014 la entonces Procuraduría General de la República (PGR) giró una orden de aprehensión contra Azcárraga Andrade por operaciones con recursos de procedencia ilícita. Desde entonces se le considera prófugo de la justicia.

ASPA espera que en este sexenio sea procesado jurídicamente.

No obstante, el hermano de Emilio Azcárraga Vidaurreta, fundador de lo que hoy es Grupo Televisa, recibió un nuevo amparo para no ser detenido, de acuerdo con José de Jesús Suárez Valdez, vocero de ASPA.

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