27 de marzo 2019 | 5:00 am
La nueva reforma al sistema de educación mexicano propuesta por Andrés Manuel López Obrador está a punto de ponerse en marcha.
La iniciativa del presidente propone eliminar parte del contenido de la reforma educativa, impulsada en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Uno de los principales cambios en la materia es la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el organismo encargado de evaluar el desempeño de los maestros en las escuelas públicas del país.
“El papel del INEE en la reforma educativa resultó muy criticado, principalmente desde el sector magisterial porque condicionaba el aspecto laboral y generó problemas inesperados que se tradujeron en protestas”, dice la académica de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Lucía Rivera Ferreiro.
Cambio de atribuciones
El INEE se creó durante el sexenio de Vicente Fox, como un ente encargado de generar información sobre la impartición de educación en México. Sin embargo, durante sus primeros años de vida, no tuvo injerencia directa en la estructura del sistema educativo del país.
La reforma educativa promulgada por el expresidente Peña Nieto, el 10 de septiembre de 2013, le dio al Instituto la tarea de aplicar evaluaciones a todos los maestros de escuelas públicas en México.
Esta medida fue considerada como un mecanismo de castigo y presión contra el magisterio, debido a que el resultado de dicha evaluación determina la conservación de los puestos de trabajo de los profesores.
De acuerdo con el artículo 21 de la Ley General de Educación, las atribuciones generales del INEE son coordinar el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, así como “evaluar la calidad, el desempeño y resultados del sistema educativo nacional en la educación básica y media superior”.
“Esta medida cumplió algunos objetivos políticos, como interiorizar en los maestros una valoración de la evaluación casi como el único referente para determinar si alguien es un buen o mal maestro. Por eso hoy tenemos profesores más preocupados por las evaluaciones que por atender sus tareas sustantivas”, explica la doctora Rivera Ferreiro.
El cambio en el paradigma educativo ocasionó molestia en diversos sectores magisteriales del país, lo que ha ocasionado fuertes movilizaciones del gremio desde hace más de cinco años, un reclamo que para Marion Lloyd, doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es “completamente entendible”.
No obstante, la principal crítica hacia las políticas educativas, es que hasta ahora no es posible determinar si la implementación de estas modificaciones tuvieron un impacto positivo en los niveles de educación, como planteaba el equipo de Peña Nieto.
¿Millones a la basura?
A partir de que el INEE comenzó a funcionar como entidad autónoma, el gobierno federal le destinó 5,788 millones de pesos (mdp), según consta en los proyectos de egresos de la Federación (PEF) de 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019.
Ese dinero fue destinado para evaluar el Sistema Educativo Nacional (SEN) a nivel de educación básica, así como de educación media superior, además de las actividades administrativas del organismo y a complementar los servicios educativos.
Sin embargo, aún antes de que se discuta la iniciativa de López Obrador en el congreso de la Unión, la suerte del Instituto parece estar echada desde la asignación de recursos en este año.
Para el ejercicio fiscal 2019, el INEE recibió un 18.7% menos en comparación con los recursos recibidos un año antes al pasar de 1,227 mdp a 997 mdp, según el PEF 2019. Se trata de la caída más pronunciada en el presupuesto del INEE desde 2015.
No existen evidencias que permitan decir que esos recursos beneficiaron la educación en México, pero sí se puede decir que convirtieron al INEE en el “brazo ejecutor” del Estado sobre el magisterio mexicano, opina la doctora Rivera Ferreiro.
El último clavo al ataúd
No existe una cifra exacta sobre las plazas magisteriales que se perdieron en el país desde la aplicación de la reforma educativa, pero el gobierno de López Obrador ha planteado la idea de una posible restitución de los afectados por la medida.
De acuerdo con cifras aportadas por el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, se cree que son alrededor de 2,000 los maestros que fueron despedidos debido a los resultados de las evaluaciones obligatorias del INEE.
El diputado federal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) por Oaxaca, Azael Santiago Chepi, dijo ante el pleno de la Cámara de Diputados que hasta el 31 de diciembre de 2018 habían sido despedidos 9,709 maestros por la misma razón.
Moctezuma Barragán ha dicho que el gobierno está realizando un censo para conocer la cifra exacta de los afectados, a quienes se les pretende recontratar. Con ello se sepultaría una de los temas más controversiales de la política educativa que intentó implementar el gobierno pasado.
“Lo que pasó con la reforma educativa (de Peña Nieto) es que trataba más de cómo controlar al magisterio, y había muy poco contenido sobre cómo mejorar realmente el sistema educativo. Era una reforma más laboral que de educación”, concluye la doctora Marion Lloyd.
La muerte acecha al INEE, el brazo ejecutor de la reforma educativa de Peña Nieto
Alejandro Juárez
alejandro.juarez@elceo.com
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27 de marzo 2019 | 5:00 am
La nueva reforma al sistema de educación mexicano propuesta por Andrés Manuel López Obrador está a punto de ponerse en marcha.
La iniciativa del presidente propone eliminar parte del contenido de la reforma educativa, impulsada en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Uno de los principales cambios en la materia es la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el organismo encargado de evaluar el desempeño de los maestros en las escuelas públicas del país.
“El papel del INEE en la reforma educativa resultó muy criticado, principalmente desde el sector magisterial porque condicionaba el aspecto laboral y generó problemas inesperados que se tradujeron en protestas”, dice la académica de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Lucía Rivera Ferreiro.
Cambio de atribuciones
El INEE se creó durante el sexenio de Vicente Fox, como un ente encargado de generar información sobre la impartición de educación en México. Sin embargo, durante sus primeros años de vida, no tuvo injerencia directa en la estructura del sistema educativo del país.
La reforma educativa promulgada por el expresidente Peña Nieto, el 10 de septiembre de 2013, le dio al Instituto la tarea de aplicar evaluaciones a todos los maestros de escuelas públicas en México.
Esta medida fue considerada como un mecanismo de castigo y presión contra el magisterio, debido a que el resultado de dicha evaluación determina la conservación de los puestos de trabajo de los profesores.
De acuerdo con el artículo 21 de la Ley General de Educación, las atribuciones generales del INEE son coordinar el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, así como “evaluar la calidad, el desempeño y resultados del sistema educativo nacional en la educación básica y media superior”.
“Esta medida cumplió algunos objetivos políticos, como interiorizar en los maestros una valoración de la evaluación casi como el único referente para determinar si alguien es un buen o mal maestro. Por eso hoy tenemos profesores más preocupados por las evaluaciones que por atender sus tareas sustantivas”, explica la doctora Rivera Ferreiro.
El cambio en el paradigma educativo ocasionó molestia en diversos sectores magisteriales del país, lo que ha ocasionado fuertes movilizaciones del gremio desde hace más de cinco años, un reclamo que para Marion Lloyd, doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es “completamente entendible”.
No obstante, la principal crítica hacia las políticas educativas, es que hasta ahora no es posible determinar si la implementación de estas modificaciones tuvieron un impacto positivo en los niveles de educación, como planteaba el equipo de Peña Nieto.
¿Millones a la basura?
A partir de que el INEE comenzó a funcionar como entidad autónoma, el gobierno federal le destinó 5,788 millones de pesos (mdp), según consta en los proyectos de egresos de la Federación (PEF) de 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019.
Ese dinero fue destinado para evaluar el Sistema Educativo Nacional (SEN) a nivel de educación básica, así como de educación media superior, además de las actividades administrativas del organismo y a complementar los servicios educativos.
Sin embargo, aún antes de que se discuta la iniciativa de López Obrador en el congreso de la Unión, la suerte del Instituto parece estar echada desde la asignación de recursos en este año.
Para el ejercicio fiscal 2019, el INEE recibió un 18.7% menos en comparación con los recursos recibidos un año antes al pasar de 1,227 mdp a 997 mdp, según el PEF 2019. Se trata de la caída más pronunciada en el presupuesto del INEE desde 2015.
No existen evidencias que permitan decir que esos recursos beneficiaron la educación en México, pero sí se puede decir que convirtieron al INEE en el “brazo ejecutor” del Estado sobre el magisterio mexicano, opina la doctora Rivera Ferreiro.
El último clavo al ataúd
No existe una cifra exacta sobre las plazas magisteriales que se perdieron en el país desde la aplicación de la reforma educativa, pero el gobierno de López Obrador ha planteado la idea de una posible restitución de los afectados por la medida.
De acuerdo con cifras aportadas por el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, se cree que son alrededor de 2,000 los maestros que fueron despedidos debido a los resultados de las evaluaciones obligatorias del INEE.
El diputado federal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) por Oaxaca, Azael Santiago Chepi, dijo ante el pleno de la Cámara de Diputados que hasta el 31 de diciembre de 2018 habían sido despedidos 9,709 maestros por la misma razón.
Moctezuma Barragán ha dicho que el gobierno está realizando un censo para conocer la cifra exacta de los afectados, a quienes se les pretende recontratar. Con ello se sepultaría una de los temas más controversiales de la política educativa que intentó implementar el gobierno pasado.
“Lo que pasó con la reforma educativa (de Peña Nieto) es que trataba más de cómo controlar al magisterio, y había muy poco contenido sobre cómo mejorar realmente el sistema educativo. Era una reforma más laboral que de educación”, concluye la doctora Marion Lloyd.
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Alejandro Juárez
alejandro.juarez@elceo.com
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