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El 8 de enero sucedió lo que hace 10 años era impensable. Un médico que controlaba unos brazos quirúrgicos robóticos removió los lóbulos del hígado de un cerdo. Lo destacable no era la tecnología per sé, sino la distancia entre el doctor, de nombre Liu Rong, y el animal.
La operación se realizó en Fuzhou, en la provincia de Fujian, al sureste de China. El médico se encontraba a 50 kilómetros de distancia. En una hora, Rong había completado con éxito la primera cirugía remota del mundo con tecnología de red móvil 5G.
El procedimiento quirúrgico mantuvo al cerdo con signos vitales estables, mientras al mundo le daba apenas una probada de lo que la tecnología sería capaz de hacer no solo en el plano médico, sino en términos de interconexión.
El experimento estuvo a cargo del Instituto de Investigación del Sudeste de China Unicom y el Hospital Hepatobiliar Mengchao de la Universidad Médica, junto a las empresas Huawei y Suzhou Kangduo Robot.
China está programada para convertirse en uno de los principales mercados de 5G del mundo, con 460 millones de conexiones 5G previstas para 2025. Esto representaría el 28 por ciento del total de conexiones del país.
La red 5G será un componente clave en la transformación digital de la sociedad China, particularmente, para el impulsar el desarrollo de vehículos autónomos, servicios de telemedicina, robótica y realidad virtual. Más de dos tercios (69%) de las conexiones móviles son teléfonos inteligentes; se espera que la adopción de móviles inteligentes alcance el 88% de las conexiones para 2025, de acuerdo con la Asociación GSM (GSMA).
En México, el panorama dista mucho de colocarse entre los pioneros que ya la utilizan, empezando por la conectividad móvil, de la que entonces pueden partir otros usos de la red 5G, como las intervenciones quirúrgicas, vehículos autónomos, e incluso hogares o ciudades completamente inteligentes.
Solo 10.6 millones de usuarios cuentan con un celular inteligente en el área rural del país, comparado con los 59.7 millones de usuarios del área urbana. El 11% de los mexicanos accede a Internet por conexión de datos, mientras que WiFi concentra el 89%, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2018 (ENDUTIH).
En el país aún no existe una red móvil que tenga la capacidad necesaria para interconectar dispositivos, es decir, el llamado Internet de las Cosas (IoT). En el territorio mexicano aún no se alcanza siquiera plena cobertura de red 4G, la cual surgió para ofrecer servicios de voz y datos e Internet de Banda Ancha Móvil (BAM) a mayor velocidad.
“El promedio de capacidad de generaciones y coberturas en México se ubica en 3.5G” plantea a EL CEO Ernesto Piedras, director general de la consultora especializada en tecnologías de la información y telecomunicaciones, The CIU.
Incluso en algunas zonas del país, principalmente en las regiones rurales, sigue operando la red 2G, aunque hay un plan avanzado para apagar esa red y aprovechar al espectro al canalizarlo a usos intensivos; intensificar 3G y 4G y darle la bienvenida a 5G. Será muy común ver diferentes generaciones tecnológicas funcionando, explicó Ernesto Piedras.
Telefónica anunció, meses atrás en un comunicado de prensa, que la migración de la red 2G se realizaría en distintas fases que comenzaron el 31 de marzo en Mérida, Yucatán.
Por su parte, AT&T comunicó que planean suspender el servicio de la red 2G en los próximos meses. Esto les permitirá liberar espectro y así incrementar la capacidad de la red 4G LTE en la que navegan sus usuarios.
Fuente: nPerf
Las redes de telecomunicaciones en México se encuentran actualmente en un proceso de transición para sumar voz sobre LTE (VOLTE) en 4G, ya que originalmente fue diseñada solo para datos, de acuerdo con la consultora Deloitte.
El 70% de los datos en el país corren por conexión 4G, según cifras del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Hasta finales de 2017, la telefonía móvil alcanzó 5,000 millones de dispositivos conectados a Internet a nivel mundial, de los cuales un 61% de las conexiones eran 3G y 4G, según el estudio Digital In 2018 desarrollado por We Are Social y Hootsuite.
Entonces, ¿México necesita migrar a una nueva red de conexión móvil?
La red 5G es una tecnología a la que le falta tiempo para estar por completo en territorio nacional, dice Gonzalo Rojon, director y senior partner de The CIU.
“En estos momentos, la red 5G no es vital. Sí lo estamos pensando hacia un futuro, cuando todo mundo tengamos un uso intensivo del IoT, cuando todo esté absolutamente conectado. Estamos en un proceso en el cual la penetración viene en aumento, pero no es que todo mundo tenga banda ancha móvil”.
El acceso a la Banda Ancha Móvil (BAM), que se refiere a la posibilidad de comunicar y transmitir datos a alta velocidad en dispositivos móviles, asciende a 86.6 millones de suscripciones al cierre de 2018, un incremento de 6.8%, con respecto a 2017 y un adopción de 7 de cada 10 líneas móviles, según datos de The CIU.
Aunque los analistas coinciden en que lo tendrá que hacer en su debido momento, por ahora México no tiene urgencia por migrar. Prevén que el cambio sucederá dentro de tres años, pero conlleva retos tanto para el gobierno como para el sector privado.
Jesús Romo, analista de Telconomía, explicó que hay tres principales retos para la futura migración: México aún no identifica algunas de las bandas milimétricas dentro de las cuales están las necesarias para 5G; además de que necesitará un tipo de arquitectura de red nueva, lo que implica más instalaciones radioeléctricas desde antenas y celdas pequeñas en más puntos del país.
También faltará conocer la apuesta de los operadores de telefonía celular, ya que cada uno de ellos decidirá cómo emplear la nueva red 5G: si en el Internet de las Cosas, sustituir fibra óptica o apostar por la movilidad.
“No es solo más velocidad en el celular, sino también soluciones a nivel industria en el contexto a 5G. Se requieren compromisos entre gobierno e industria alineados para que no caiga la competitividad”, precisó Romo.
Durante el Foro Mobile 360 Latin America en junio, Salma Jalife, subsecretaria de Comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), expuso que el despliegue de infraestructura en estados y municipios, así como la necesidad de compartir la infraestructura entre operadores y entidades de gobierno son algunas de las principales barreras que se han detectado para la implantación del 5G.
Además, señaló que otro freno para la cobertura de red 5G es la falta de acceso a servicios, ya que no solo en áreas rurales se han detectado dificultades de conexión.
El proceso para montar la arquitectura de red implicará un esfuerzo de inversión de los operadores y empresas que administran torres. Esto, dado que resultan ser inversiones de complejidad financiera, tecnológica y de mercado, lo que implica reglas muy claras a los inversionistas, de acuerdo con Piedras de The CIU.
El número equivalente de inversiones 5G a nivel mundial, hasta noviembre de 2018, fue de 192 operadores en 81 países, según la organización mundial Global Mobile Suppliers Association (GSA).
Los analistas consideran que Telcel y AT&T son los operadores que van a la cabeza en cuanto a la transición hacia 5G en México; ambos podrían ser los primeros en facilitar conexiones de quinta generación, siempre que se dé un avance adecuado en el proceso de licitación de las bandas, un escenario que prevé avances considerables a partir de 2022.
Gonzalo Rojon plantea que la llegada de 5G servirá para diferentes usos, aunque antes necesitan habilitarse en México. Por ejemplo, los coches autónomos, lo cuales aún tardarán en llegar masivamente al país debido a la falta de infraestructura, aunado a su elevado costo.
México se ubica en el lugar 23 de los 25 países evaluados, de acuerdo con el Índice de Preparación de Vehículos Autónomos 2019 (AVRI, por sus siglas en inglés), elaborado por KPMG International.
Los cambios geopolíticos, de gobierno y la aprobación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá, aún en el tintero, han ralentizado el avance en vehículos eléctricos y autónomos y la infraestructura es todavía insuficiente, explica el reporte de KPMG.
En tanto, el volumen de IoT en México equivale solamente a poco más de ocho millones de objetos conectados. La penetración de dispositivos conectados es equivalente al 6.3% de la población mexicana, lo cual ubica al país en el lugar 18 respecto a la misma muestra de 24 países, indica Deloitte.
Jesús Romo analista de Telconomía, coincide en que por ahora no hay una demanda per sé de los usuarios mexicanos, sin embargo, augura que podría surgir una demanda de servicios fijos para Internet mediante red 5G.
“En México no hay una demanda tan clara de 5G móvil porque la gente tiene 4.5G o 4G LTE con velocidades aceptables. Quizá habrá unión de oferta y demanda en servicios fijos, pero también dependerá de los operadores, e incluso, tendrá oportunidad el Internet a casa, ahí es donde habrá una caso interesante, dependiendo de los costos de los planes”. – Jesús Romo, analista de Telconomía
El proceso de migración hacia la próxima red aún tomará tiempo y esfuerzo, ya que el promedio de cobertura en México ni siquiera alcanza la red 4G. En el actual gobierno aún no hay claridad de cómo van a continuar con los proyectos que son necesarios para la conectividad en el país: la Red Troncal de Telecomm, en contraste con el proyecto de la Comisión Federal de Electricidad y la Red Compartida.
Será complicado imaginar en el corto plazo una conexión 5G para interconectar dispositivos sin antes esclarecer cómo se logrará el “Internet para todos” en territorio mexicano.
Reportera: Marisol Morelos
Diseño y programación: Cristian Laris