26 de abril 2021 | 12:54 pm

Sotheby’s se ha convertido en el último nombre de establecimiento en el arte en sumergirse en los NFT (tokens no fungibles) a través de su colaboración con el artista digital anónimo Pak y el mercado de NFT Nifty Gateway.

La casa de subastas vendió The Fungible Collection, una “colección novedosa de arte digital que redefine nuestra comprensión del valor”, por más de 17 millones de dólares.

Algunas piezas, como ‘The Switch’, una construcción monocromática en 3D que el artista va a cambiar en algún momento no especificado en el futuro, recibieron ofertas que superaron ampliamente el millón de dólares.

Los NFT son versiones tokenizadas de activos que se pueden negociar en una cadena de bloques, la tecnología de contabilidad digital detrás de las criptomonedas como bitcoin y ethereum. Mientras que un bitcoin es directamente intercambiable con otro, lo que significa que son fungibles, los NFT son lo opuesto porque los activos subyacentes son únicos de alguna manera y no se pueden intercambiar de igual a igual.

También se utilizan para intercambiar artículos coleccionables como tarjetas de béisbol y artículos de juegos de computadora como espadas y máscaras de avatar.

El entusiasmo en torno a los NFT alimenta una narrativa similar a otros aumentos recientes de precios como GameStop y dogecoin, en el sentido de que se trata de burbujas especulativas provocadas por controles de estímulo en Estados Unidos y las bajas tasas de interés.

Las letras chiquitas de los NFT

Celebridades como la cantante Grimes y el YouTuber Logan Paul lanzan sus propios NFT emblemáticos para subirse a la ola. Incluso Vignesh Sundaresan, el empresario que compró la obra de arte récord de Beeple, ve la inversión en NFT como un “gran riesgo” e “incluso más loco que invertir en cripto”.

La historia dice que se tenga cuidado al descartar las NFT como una moda pasajera, ya que la importancia de las innovaciones tecnológicas a menudo se vuelve más clara una vez que se apaga la exageración.

Los NFT en sí mismos están muy por debajo de sus máximos, con una caída del 70% en el precio promedio desde febrero. Quizás esto sea menos el estallido de una burbuja que una “eliminación” de tokens truculentos ahora que el bombo inicial ha comenzado a apagarse.

Hacia dónde se dirigen

Esto se relaciona con lo que dijo el economista austriaco Joseph Schumpeter sobre por qué funciona el capitalismo. Schumpeter veía el capitalismo como un incesante cambio de lo viejo a lo nuevo, ya que las empresas más recientes y más innovadoras reemplazan a las anteriores; él llamó a esto “destrucción creativa”.

En este sentido, las NFT son los recién llegados que desafían la forma en que percibimos y registramos la propiedad de los activos. Y la tensión entre innovación e incumbencia también contribuye al escepticismo que siempre rodea a estas nuevas tecnologías.

Las NFT crean oportunidades para nuevos modelos comerciales que no existían antes. Los artistas pueden adjuntar estipulaciones a un NFT que asegura que obtienen parte de las ganancias cada vez que se revende, lo que significa que se benefician si su trabajo aumenta de valor.

Ventas de NFT alcanzan los 2,000 mdd en primer trimestre

Es cierto que los equipos de futbol han estado usando cláusulas contractuales similares al vender a los jugadores durante un tiempo, pero los NFT eliminan la necesidad de rastrear el progreso de un activo y hacer cumplir dichos derechos en cada venta.

Pero más allá de estos campos, el potencial de las NFT va mucho más allá porque cambian por completo las reglas de propiedad. Las transacciones en las que la propiedad de algo cambia de manos generalmente han dependido de capas de intermediarios para establecer la confianza en la transacción, intercambiar contratos y garantizar que el dinero cambie de manos.

Nada de esto será necesario en el futuro. Las transacciones registradas en blockchain son confiables porque la información no se puede cambiar. Los contratos inteligentes se pueden utilizar en lugar de abogados y cuentas de depósito en garantía para garantizar automáticamente que el dinero y los activos cambien de manos y que ambas partes cumplan sus acuerdos.

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