14 de enero 2021 | 5:00 am
El abandono de WhatsApp por parte de varios usuarios de la app para migrar a otra aplicación de mensajería como Telegram, Signal o alguna otra ante las nuevas políticas de privacidad de la red propiedad de Mark Zuckerberg avivó la discusión sobre datos personales y regulación de apps.
WhatsApp anunció los cambios que aplicará de manera definitiva a partir del próximo 8 de febrero, los cuales consisten principalmente la recopilación de información para fines publicitarios.
Esta medida, que naturalmente se extendió desde Facebook e Instagram a WhatsApp, fungió como una especie de detonador para que miles de usuarios decidieran moverse a otra app de mensajería en pos de proteger sus datos personales y privacidad.
Sin embargo, además de que no existe certeza alguna de que otras aplicaciones prescindan al 100% de la información personal de los usuarios, este escenario abrió la puerta para que ese ponga sobre la mesa la discusión sobre datos personales y de regulación de las apps.
En este año, en el que hay varios cambios para detonarse, empezarán las discusiones sobre privacidad, regulación de plataformas digitales y poder sustancial de mercado, aseguró Radames Camargo, gerente de Investigación en The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Ya no es posible dejar de regular, ya es necesaria la actuación de una entidad superior, pues si bien los intereses e influencia de las grandes empresas llegan a superar a las de un gobierno, hay que esperar que se dé una regulación de esas plataformas
Lo que sí es seguro es que, sea cual sea la aplicación: WhatsApp, Telegram o Signal, el usuario difícilmente podrá borrar su identidad por completo en una plataforma, puesto que al ser usuario, facilita datos que dejan huella, agregó Camargo.
En ese sentido, el especialista explica que dentro de los algoritmos y el lenguaje de las aplicaciones ya existe una huella de todos los usuarios, pues ello permite a las apps hacer predicciones o tomar decisiones dentro de la plataforma.
Por ello, lo importante de estas plataformas es la red de contactos, que es lo que le da la relevancia.
¿Al cliente lo que pida?
Si en algún momento la red de usuarios de otras apps de mensajería llega a ser tan relevante como WhatsApp, no sería sorpresa que eventualmente los operadores móviles ofrezcan alguna de ellas en sus planes móviles, dijo Camargo.
Actualmente, algunos de los planes móviles vigentes en el mercado incluyen ‘redes sociales ilimitadas’ que suelen ser WhatsApp, Facebook, Twitter e Instagram en algunos casos, un esquema que el especialista no descarta que podría cambiar en el mediano o largo plazo.
El usuario tiene la inquietud sobre qué otras opciones hay en el mercado y este año la discusión será determinante no solo en privacidad, sino también respecto a ecosistema digital
La descarga de aplicaciones de mensajería es el boleto de entrada a un servicio que, en principio, pudiera parecer gratuito, aunque en realidad la gratuidad no radica en pagar dinero por ella, sino que el pago es la información y metadatos que un usuario genera.
Para Camargo, ese es el verdadero ‘costo de entrada’, lo cual no significa que la app en sí ‘espié’ al usuario, sin embargo, la percepción sigue siendo negativa pero la connotación negativa.
Si una persona quiere ser usuaria de un servicio, lo mínimo que debe dar a cambio es información para registrarse, pues eso permite el funcionamiento y la relación con la app en cuestión.
Uso de WhatsApp, Telegram o Signal aviva discusión sobre datos personales y regulación de apps
Itzel Castañares
itzel.castanares@elceo.com
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14 de enero 2021 | 5:00 am
El abandono de WhatsApp por parte de varios usuarios de la app para migrar a otra aplicación de mensajería como Telegram, Signal o alguna otra ante las nuevas políticas de privacidad de la red propiedad de Mark Zuckerberg avivó la discusión sobre datos personales y regulación de apps.
WhatsApp anunció los cambios que aplicará de manera definitiva a partir del próximo 8 de febrero, los cuales consisten principalmente la recopilación de información para fines publicitarios.
Esta medida, que naturalmente se extendió desde Facebook e Instagram a WhatsApp, fungió como una especie de detonador para que miles de usuarios decidieran moverse a otra app de mensajería en pos de proteger sus datos personales y privacidad.
Sin embargo, además de que no existe certeza alguna de que otras aplicaciones prescindan al 100% de la información personal de los usuarios, este escenario abrió la puerta para que ese ponga sobre la mesa la discusión sobre datos personales y de regulación de las apps.
En este año, en el que hay varios cambios para detonarse, empezarán las discusiones sobre privacidad, regulación de plataformas digitales y poder sustancial de mercado, aseguró Radames Camargo, gerente de Investigación en The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Lo que sí es seguro es que, sea cual sea la aplicación: WhatsApp, Telegram o Signal, el usuario difícilmente podrá borrar su identidad por completo en una plataforma, puesto que al ser usuario, facilita datos que dejan huella, agregó Camargo.
En ese sentido, el especialista explica que dentro de los algoritmos y el lenguaje de las aplicaciones ya existe una huella de todos los usuarios, pues ello permite a las apps hacer predicciones o tomar decisiones dentro de la plataforma.
Por ello, lo importante de estas plataformas es la red de contactos, que es lo que le da la relevancia.
¿Al cliente lo que pida?
Si en algún momento la red de usuarios de otras apps de mensajería llega a ser tan relevante como WhatsApp, no sería sorpresa que eventualmente los operadores móviles ofrezcan alguna de ellas en sus planes móviles, dijo Camargo.
Actualmente, algunos de los planes móviles vigentes en el mercado incluyen ‘redes sociales ilimitadas’ que suelen ser WhatsApp, Facebook, Twitter e Instagram en algunos casos, un esquema que el especialista no descarta que podría cambiar en el mediano o largo plazo.
La descarga de aplicaciones de mensajería es el boleto de entrada a un servicio que, en principio, pudiera parecer gratuito, aunque en realidad la gratuidad no radica en pagar dinero por ella, sino que el pago es la información y metadatos que un usuario genera.
Para Camargo, ese es el verdadero ‘costo de entrada’, lo cual no significa que la app en sí ‘espié’ al usuario, sin embargo, la percepción sigue siendo negativa pero la connotación negativa.
Si una persona quiere ser usuaria de un servicio, lo mínimo que debe dar a cambio es información para registrarse, pues eso permite el funcionamiento y la relación con la app en cuestión.
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Itzel Castañares
itzel.castanares@elceo.com
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